Si está a punto de ingresar a trabajar a una empresa y le exigen un certificado médico que acredite que no está embarazada, percibe menos sueldo por ser mujer o no ha ascendido en su puesto por creencias religiosas o juicios, podría ser víctima de discriminación laboral por género. 

Algunas empresas solicitan requisitos de ingreso que resultan discriminatorios para las mujeres, cómo: no tener hijos pequeños, no estar embarazada, percibir menos salario o incluso, algunas que despiden y recontratan a las trabajadoras para que no adquieran derechos de antigüedad. 

En México, las mujeres trabajan más que los hombres según la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres). Del total de horas dedicadas al trabajo, pagado y no pagado, los hombres contribuyen con 40 por ciento, mientras que las mujeres contribuyen con el 60 por ciento. 

De acuerdo con Luz María Morales, titular de la Secretaría de la Mujer, aunque no se han presentado denuncias por estos casos se espera que con la publicación en el Diario Oficial de la Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI.2015, las empresas dejen exigir a las mujeres ciertas especificaciones para trabajar. 

Será este martes cuando el presidente de México, Enrique Peña Nieto, presente dicha norma en igualdad laboral y no discriminación, que tiene como objetivo reconocer a los centros de trabajo, instituciones públicas y privadas que cuentan con prácticas incluyentes y de no discriminación. Esta norma entrará en vigor el próximo 19 de diciembre. 

“Esperemos que ahora que Enrique Peña Nieto presente la norma oficial, muchas empresas se puedan adherir y en la Secretaría de la Mujer realizarán campañas para hacer cumplir con esta norma. Hasta ahora no hay un castigo para las empresas que no se hayan sometido a esta norma, pues es voluntario”, aseguró Luz María Morales. 

La titular de la Secretaría de la Mujer recomienda a las mujeres que sean víctimas de discriminación laboral por género denuncien su caso ante la Procuraduría de la Defensa de los Trabajadores y asistan a terapias psicológicas y asesorías en el Centro de Justicia y Empoderamiento de las Mujeres.