El ajo, el peor rival de los médicos

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El ajo, el peor rival de los médicos

Foto: Especial
Si hiciéramos una lista con todas las propiedades que tiene el ajo para curar enfermedades, probablemente no terminaríamos. El ajo es el gran secreto de la medicina capaz de curarlo todo.

El ajo es una especie planta empleada desde hace siglos por sus propiedades medicinales antes que por su sabor. Este poderoso instrumento ha sido tratado de diferentes formas por diferentes culturas y lo hemos usado en polvo, compresas, infusiones, ungüentos, aromas, derecho y hasta en collares.

La buena estima que tenemos del ajo tiene su origen en el sin fin de enfermedades parasitarias e infecciosas que logró curar a lo largo de la historia y famosos contribuyentes de la medicina (como Hipócrates, Dióscorides y Diocles) lo recomendaron como pieza central en el tratamiento a padecimientos de tipo gastrointestinal, de las vías respiratorias, para aliviar los malestares cardíacos y hasta para modificar los problemas relacionados a la menstruación o el embarazo.

El escritor más influyente acerca de las hierbas curativas en la medicina occidental fue Dioscórides, que vivió en el siglo I y fue jefe de medicina para el ejército romano. Él realizo diversos tratados acerca de las virtudes y defectos que tiene el ajo en el cuerpo humano y escribió:

    El ajo es picante, amargo, produce gases, excita el vientre y da sed. Si se come, ayuda a eliminar la solitaria y saca la orina. Con vino es bueno contra la mordedura de serpiente. Es bueno también contra la mordedura de perro rabioso. Aclara la voz y suaviza la tos continua cuando se come crudo o hervido. Cocido con orégano mata los piojos o las chinches. Aclara las arterias. Asado y mezclado con miel es ungüento para los ojos irritados y previene la calvicie. Con sal y aceite cura el eczema. Con miel cura las manchas blancas, las erupciones de herpes, manchas amarillentas, lepra y escorbuto. Hervido con madera de pino e incienso suaviza el dolor de muelas si se pone la solución dentro de la boca. Hirviendo el sombrerete de las flores se obtiene un buen remedio de baño de asiento para ayudar a la llegada de la menstruación y de la placenta. Para los mismos propósitos se puede ahumar. El potaje de ajo machacado con aceitunas negras es diurético. Mejora la supuración. “

Galeno -el doctor más influyente de todos los tiempos- se sorprendió al ver que los campesinos usaban el ajo para crear lo que conocían como theriacum o, literalmente, “el cúralo todo” y se empleaba como eficaz remedio para cualquier mal.

¿Cómo es posible?

El ajo funciona principalmente para dos cosas: la digestión y la eliminación. La mayoría de las infecciones e inflamaciones en nuestro cuerpo son originados por un mal funcionamiento de los riñones o una maña circulación y estos se ven beneficiados con las propiedades del ajo. También es antitoxinas y mata los parásitos internos, da energía y al mismo tiempo calma las irritaciones.

¿De qué puede curarme el ajo?

En la antigüedad pensaban que el ajo era la mejor prueba de embarazo del mundo (colocas un diente de ajo en tu vagina por la noche y si al despertar tu aliento olía a ajo, definitivamente estabas esperando bebé).

El Colegio de Médicos de Londres calificó al ajo como antídoto oficial para venenos y mordeduras de bestias venenosas.

En 1721 se popularizo una mezcla llamada ‘Vinagre de los Cuatro Ladrones’ (vino mezclado con jugo de ajo) el cual ayudaba a combatir el cólera y otras plagas.

Hoy en día se sabe es eficaz en el tratamiento de: 

  •     Tónico para la caída del cabello
  •     Diurético
  •     Estomacal
  •     Expectorante (aclara pulmones y garganta)
  •     Febrífugo (baja la fiebre)
  •     Diaforético/ Sudorífico (produce sudoración)
  •     Antihelmíntico (elimina y mata lombrices)
  •     Emenagogo (regula la menstruación)