Aunque AGSAL recibió una certificación por la buena calidad del agua y el alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal, declaró a VANGUARDIA que en ocasiones bebe de la que obtiene del grifo de su casa, al hacer un sondeo en realidad son pocos los saltillenses que se atreven a esto, dicen que ahora es falta de costumbre y algunos temen contraer alguna enfermedad.