Viernes Santo con Judas Priest

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Viernes Santo con Judas Priest

La columna de la semana pasada la cerramos recordando un disco clásico de la banda de rock norteamericana KISS como lo fue “Destroyer”, por cumplir en esos días 40 años de su salida al mercado.

La respuesta a la misma fue muy buena, y por lo ello ya desde ahora estamos anticipando en próximas columnas la dedicatoria de todo un espacio a estos intérpretes de clásicos de aquel álbum como “Detroit Rock City” o la singular balada “Beth”, pero hoy por ser un día muy importante para el mundo católico la banda alrededor de la que girarán los rollos de este Viernes Santo son los británicos de Judas Priest en parte debido a que entre semana, en específico el pasado miércoles, se cumplieron por su parte cuatro décadas de la salida de su segundo álbum “Sad Wings of Destiny”, que salió el mercado el 23 de marzo de 1976.

Judas Priest (cuyo nombre literal traducido al castellano sería el de “Padre Judas”)  inicia sus operaciones como agrupación a partir de 1969 en Birmingham, Inglaterra. Su alineación inicial tuvo como vocalista líder a Al Atkins a quien se unieron K.K. Downing, Ian Hill y John Ellis  provienientes de otro grupo llamado Freight  y tras algunos años en los que no consiguieron apoyo discográfico, se dieron algunos cambios en la formación como los que incluyeron a un nuevo guitarrista (Glenn Tipton) y a Rob Halford y John Hinch en reemplazo de Atkins y Ellis de manera respectiva para debutar en 1974 con el que sería su primer álbum “Rocka Rolla”.

El 23 de marzo de 1976 es la mencionada salida al mercado de “Sad Wings of Destiny” que es importante porque la producción es considerada como uno de sus mejores registros y que inició sus ciclo más influyente para el heavy metal de acuerdo con ciertos críticos pero muy pecaminosos por otra parte para los espantados con estos ritmos por un lado pero también los muy santiguados al contarse entre los títulos de los álbumes algunos como los de “Sin After Sin”  (“Pecado tras Pecado”), de 1977 o “Strained Class” (“Clase manchada”), de 1978 o “Killing Machine” (“Máquina de matar”), también de 1978.

Con el inicio de los años 80 y la inauguración en MTV en 1981 Judas se consagró en los mercados internacionales gracias a álbumes como “British Steel”, de 1980, el primero en lo personal que fue el primero que compré de ellos en vinyl y de donde se hicieron himnos del metal temas como “Breaking the Law” o “Living after midnight”, o “Point of Entry”, de 1981, de donde sobresalieron rolas como “Heading Out to the Highway” o “Hot Rockin´”, entre otras.

Paralelamente a Priest la fiebre por el metal inglés que compartían con sus compatriotas contemporáneos por aquellos años como lo fueron Iron Maiden y Def Leppard propiciaron lo que se conoció como una nueva invasión de rock británico (emulando a la que en los años 60 hicieron en Norteamérica bandas como Beatles, Rolling Stones o The Who), a pesar de suavizar un poco su sonido en 1986 con los sintetizadores que usaron en “Turbo”, con el inicio de los 90 y un potente álbum como “Painkiller”, de 1990, y aunque para mediados de la década Rob Halford se separó de la agrupación para grabar proyectos como solista y un nuevo grupo llamado “Fight”, con los inicios del nuevo milenio vuelve a las andadas con más fuerza que nunca que hemos podido comprobar en conciertos.

Comentarios a: tavoneto69@yahoo.com.mx