El 9 de enero de 1993 Jean-Claude Romand mató a su esposa, sus hijos y sus padres, luego intentó matar a su amante y suicidarse, fracasó en esos dos intentos; la investigación reveló que no era médico, tal como pretendía. 

Mentía desde los 18 años y se había construido una existencia ficticia: un alto cargo en la Organización Mundial de la Salud y una acomodada vida de clase alta en una tranquila ciudad de provincias cercana a la frontera con Suiza. A punto de ser descubierto, prefirió suprimir a aquellos cuya mirada no hubiera podido soportar. 

El escritor Emmanuel Carrère lee sobre esas muertes en un artículo del diario “Liberation”, investiga y luego narra los hechos en su libro “El adversario.” No es una novela, Emmanuel se apega a lo que ocurrió y para documentarse platica con el mismo Romand.  El título “El adversario” hace referencia a Satán, personaje a quien el autor imagina vieron los padres de Romand en su propio hijo antes de que los matara. “Robarle a la ficción lo que se pueda para hacer mejor periodismo”: Martín Caparrós. Robarle al periodismo lo que se pueda para hacer mejor ficción... 

Truman Capote basó su libro de ficción “A sangre fría” en una nota periodística sobre asesinato.  

Romand construyó su existencia en base a mentiras. Desde la carrera que empezó a estudiar, la que nunca le gustó y después inventó que terminó; diversas personas de nuestra sociedad tienen el potencial de ser Romand o el adversario. 

El político que miente para hacerle creer a los ciudadanos una realidad que no existe, que miente para justificar corruptelas; el trabajador que gasta más de lo que gana para aparentar estatus y un nivel de vida que no puede sostener y termina robando; la persona que se endeuda a más no poder y que luego es incapaz de aceptar la realidad, hasta que un día despierta perdiéndolo todo. 

Este afán de aparentar es un signo característico de nuestra época consumista y, al igual que le ocurrió a Romand, está en la raíz de muchos problemas y tragedias que aquejan a nuestra sociedad. 

En las notas de la sección de “Mi Ciudad” vemos hechos dignos de material para una crónica de Emmanuel Carrère: En juicio abreviado, dictan sentencia de 5 años a violador de Saltillo al aceptar su culpabilidad… Comando armado intenta secuestrar a mujer en Saltillo… Van 23 suicidios en la Región Sureste de Coahuila…. Menor acusado de asesinato en Saltillo fue reaprehendido…. Una menor ya no pudo soportar los malos tratos de su padre, a quien acusa de que la quemaba con colillas de cigarro en la espalda, y tomó la decisión de salirse de su casa. La lista puede continuar con hechos así por el estilo.

El adversario está presente en muchos de estos sucesos, la persona agobiada por su situación económica que se deprime y opta por suicidarse, personas que pierden el sentido de la realidad y dañan, violan o matan a otros. Justifican sus actos en base a mentiras y autoengaños. Los hechos de los que da cuenta la prensa superan a cualquier ficción, ante las realidades que vivimos las novelas policiacas y de terror parecen cuentos para niños.
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