El obispo Raúl Vera López lamentó ayer que la sociedad y la propia Iglesia Católica “tenemos marginados a una comunidad gay que existe aquí, y son un sector de la población mundial, con quien nadie quiere dialogar y tratar un poco más humano”.

El jerarca de la Diócesis de Saltillo consideró que “con esta actitud negativa no nos vamos a entender, yo personalmente considero que el tema de la homosexualidad tenemos que verlo desde otra perspectiva, donde no seamos inhumanos, porque nadie quiere escuchar a estas personas, ni en su casa los consideran, y nosotros como Iglesia Católica tampoco los queremos atender.

“Entonces yo hablo así porque atiendo a la comunidad homosexual, y es me ha causado problemas dentro de la misma Iglesia Católica, y considero que tenemos que cambiar de actitud hacia la comunidad gay”, dijo el prelado.

VANGUARDIA publicó ayer que en la celebración de la Diversidad Sexual en Saltillo hubo bodas igualitarias, una marcha y pronunciamientos para alcanzar el reconocimiento total de la familia homoparental, y también para pedir avanzar con la Ley de Identidad. De ahí que el obispo Raúl Vera López dijo: “así como acontecía con los migrantes que llegaban a Saltilo, incluso se manejó que el obispo Vera López y el sacerdote Pedro Pantoja promovíamos la migración en la capital del Estado.

“Por lo que una sociedad así de crispada, y en contra de unos con otros, no vamos a ninguna parte, como para que todavía estemos rechazando a los homosexuales, porque no es expulsando, etiquetando y prejuiciandonos, como vamos a arreglar las cosas.

“Tenemos que ser hoy más abiertos al diálogo de las personas que son diferentes a nosotros, y ver qué hay de parte de ellos. Yo personalmente no he entrado en este debate porque lo único que hacemos es denostar y atacarlos, lo cual no se justifica en ningún concepto”, afirmó.