Orlando.  La selección panameña de futbol disputará su primer partido de Copa América y lo hará ante una convulsa Bolivia, con críticas y reproches externos e internos, en un choque que supone para ambos equipos su mejor opción de triunfo en un grupo con Argentina y Chile como favoritos.

Panamá llega con la ilusión de participar por primera vez en su historia en este torneo, que supone para los jugadores canaleros su particular “mundial”.

El técnico panameño, el colombiano Hernán Darío Gómez, ha probado durante los últimos entrenamientos en Orlando diferentes variantes tácticas, aunque parece que se decantará por una defensa de cuatro con Gabriel “Gavilán” Gómez algo más adelantado con una misión de contención.

La duda parece estar en salir con un único delantero nato, con Gabriel Torres como ariete y con Blas Pérez más retrasado, o con estos jugadores al frente para abrir la que se presume poblada defensa boliviana.

La otra posible decisión se sitúa en el lateral izquierdo, con Roderick Miller como principal opción, mientras que los tres fijos en la zaga serían Adolfo Machado en la derecha y Felipe Baloy y Harold Cummings como centrales.

Si en Panamá las dudas se ciñen exclusivamente al dibujo táctico y un par de nombres, en Bolivia todo se presenta más complicado.

Las críticas que ha recibido la selección de la prensa y afición por su imagen y los resultados, con 3 puntos en 6 partidos en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, se suman a los problemas internos, con jugadores que han renunciado al equipo nacional por desavenencias con el cuerpo técnico.