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Argentina cobra venganza, vence a Chile 2-1
Santa Clara. Argentina, sin su astro Lionel Messi, derrotó 2-1 al defensor del título Chile en el debut por el Grupo D de la Copa América Centenario en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
Ángel Di María abrió el marcador a los 51 minutos, y Ever Banega le dio seguridad en el resultado a los 59’, en una racha que trajo tranquilidad y reacomodó a una Argentina desordenada sin Messi en el campo
El arranque es importante para Argentina que busca un título que ponga fin a 23 años de sequía y que haga olvidar, en parte, las dos finales perdidas de manera consecutiva. José Pedro Fuenzalida descontó a los 90’ para Chile.
La racha de goles trajo tranquilidad y reacomodó a una Argentina desordenada sin Messi que no encontraba cómo generar circulación y juego más allá de algún arranque individual.
Tras un primer tiempo que pareció reeditar la final de la Copa América 2015 ganada por Chile, con una fuerte presión de la “roja” ante una selección argentina con sus históricas falencias, el resultado dejó un cierto sabor a revancha a los albicelestes.
Lejos está sin embargo el peso de un partido inicial a una final de campeonato que se les escurrió de las manos por penales. La derrota fue en cambio un golpe para Chile, que con nuevo técnico, Juan Antonio Pizzi, esperaba otro resultado frente a uno de los favoritos para seguir más confiado en la defensa del título.
El técnico argentino de la “Roja” acumula cuatro derrotas en cinco partidos desde que reemplazó a su compatriota Jorge Sampaoli.
Se extrañó más que nunca la presencia de Messi en el campo, aún no recuperado del todo del fuerte golpe que recibió en la zona lumbar de la espalda en el amistoso hace diez días con Honduras. El delantero y capitán cortó así una racha de 16 partidos consecutivos en Copa América y por primera vez en diez años, desde el Mundial de Alemania 2006, comenzó en el banquillo un gran torneo con la selección argentina.
El complemento comenzó con una Argentina más que preocupante, desacomodada por la presión y el ataque chileno. Pero Di María y Banega gestaron una sociedad que resultó más que fructífera. Un quite del jugador del Sevilla tomó de sorpresa a la defensa chilena y le abrió hacia la izquierda para el zurdazo goleador de Di María.
Pasaron pocos minutos y, en roles invertidos pero situaciones casi calcadas, el volante del París Saint German le sirvió un pase que Banega, con remate que se desvió en un defensor, selló con el segundo gol albiceleste.
Chile aprovechó sobre el final una mala salida de Romero y Fuenzalida, con un cabezazo, descontó para las estadísticas, cuando ya no quedaba tiempo.