ESTIMADA ANA:
Seis años después de que mi novio y yo nos fuimos a vivir juntos, me están cayendo muchos “veintes”. Le cuento que una de las condiciones que él me puso al principio fue que a diario le hiciera las tres comidas completas, mantuviera la casa siempre limpia y su ropa siempre estuviera limpia, ordenada y bien planchada.

Además de todo eso, me exigió darle la mitad de la renta y el pago de recibos. Y yo estoy de acuerdo, pues no se trataba de que me mantuviera, yo también trabajo. La cuestión es que él gana casi 10 veces más que yo y no se me hace nada justo; hay días en que a media quincena ya no traigo un peso y ni siquiera me presta para lo mínimo indispensable y hasta me reclama por no haberme organizado de una mejor manera.

Ya mis amigas y familia me habían alertado que eso no era algo “normal”, sobre todo pensando en esa lista de “condiciones” que yo acepté ciegamente, supongo que dejándome llevar por el amor que sentía por él.

Y digo “sentía” porque ahora comienzo a abrir los ojos y darme cuenta que durante estos cinco años no ha hecho más que maltratarme y a veces hasta humillarme e insultarme, diciéndome que solo sirvo para hace el quehacer y la comida, que no entiendo como es que me contrataron en la empresa si no se hacer nada.

Punto aparte le comento que cuando no me alcanza el tiempo de cocinarle, se enoja tanto que esa noche se duerme en otra habitación, me aplica la ley del hielo por varios días hasta que me ve casi de rodillas pidiéndole perdón.

Aprovecha cualquier momento para decirme que para eso nos fuimos a vivir juntos, que yo debo de atenderlo y que cuando no es así, me merezco esos “castigos”.

Por supuesto que pienso que todo lo que me hace es humillante, que como mujer no debo de permitir sus malos tratos ni sus engaños (me ha sido infiel varias ocasiones), pero no sé cómo terminar con esta relación, ¿qué piensa usted? 

Laura.
 
ESTIMADA LAURA:
Sinceramente no logro comprender por qué aceptaste todas esas “condiciones” o exigencias que tan tranquilamente enlistó. Supongo que sabes que el desprecio, la humillación, los insultos, el ignorarte, entre otras cosas más, también son un tipo de maltrato.

No necesitas una consulta profesional para que te digan que él no te ama y lo mínimo que siente por ti es respeto. Se escucha muy fuerte pero creo que más bien te tiene de su empleada doméstica y además, para que le ayudes con los gastos y la renta… el colmo.

Con tal de no estar solas o tener cierta solvencia económica, muchas mujeres aceptan esto y hasta más, desde insultos hasta golpes, aplican el “pégame pero no me dejes” dejándose ellas para el final, desvalorizándose y permitiendo todo tipo de  humillaciones.

Por favor, rescata tu autoestima y tu dignidad personal y termina esa relación tóxica que solo te está hundiendo y no permitas jamás que te vuelva a hacer daño y mucho menos regresar con él, por más que intente retenerte.

Ojalá que esto por lo que estás pasando te quede como experiencia para tus futuras relaciones, que no permitas que ningún hombre vuelva a humillarte de esa manera. Recuerda, el hombre con el que decidas estar, tendrá que ser un compañero de vida, alguien con quien compartas tu vida, no alguien que te destruya y te haga daño.

ANA