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Mirador 10/06/16
Esta noche es más noche que otras noches.
Tan oscura está que no se puede ver la oscuridad. Es la noche del mundo, pero es también la noche del alma.
¿Por dónde entraron las sombras a la casa? ¿Por dónde entraron al temeroso corazón? En la tiniebla abro los ojos y no sé si están abiertos. En la negrura cierro los ojos y no sé si están cerrados.
¿Acaso ya no hay luz sobre la tierra? ¿Qué dios o qué demonio la robó? ¿Ya nunca miraré la claridad del día? ¿Ha muerto para siempre la mañana?
Tiemblo, y siento que las cosas tiemblan, ellas también transidas de tenebrosidad. Pasa el tiempo ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Un instante o una eternidad? Quizá es lo mismo.
De súbito un ampo de luz aparece en la superficie del espejo. Es el dedo del día que lo roza. El cuadro de la ventana se insinúa, y vuelven las paredes a construir el aposento. Ahora puedo ver. Ahora puedo verme. Ha regresado el día. He regresado yo. Los días regresan siempre. Con ellos alguna vez regresaré.
¡Hasta mañana!...