Acuña.-  Al maestro Gustavo Ramos Rivera, le emociona hablar de México, de su país que le apasiona mucho, sobre todo por esa magia que existe enfrascada en sus tradiciones, en el sentido de comunidad, en la amistad, en el arte.

Por lo tanto, enfatiza su preocupación por la educación, por los niños que serán las futuras generaciones y quienes pueden hacer cosas muy positivas para el país.

Gustavo Ramos Rivera, artista plástico originario de Ciudad Acuña, reconocido a nivel mundial por su obra pictórica y escultórica, es quien pone su granito de arena, como él dice, para lograr concretar el sueño de tener en esta frontera norte un museo que enfatice en ello, en la educación.

El iniciador del Museo de Arte Contemporáneo de Ciudad Acuña, en el que se albergará tanto su obra, como la de sus amigos, reconocidos artistas mexicanos y extranjeros que forma parte de su colección privada, subraya que México es un país hermoso y mágico.

Sin embargo, a pesar de tener tantas bondades, con tristeza señala las pocas oportunidades de estudio y laborales para los niños y jóvenes mexicanos y el cómo por ello, quienes logran destacar en algún ámbito, deciden migrar a otro país.

“Se pueden hacer cosas muy positivas por el país, una educación solida en los niños, la educación primero en la familia”, indica.

Destaca que para que los niños tengan una buena educación, se debe de educar a los padres de familia, dar oportunidades para que ellos tengan acceso a buenos trabajos.

Ante esto, también enfatiza que la educación debería de ser realmente gratuita, dado que es por ello que muchas familias se quedan sin este derecho a la educación que tanto se requiere.

“Tenemos un problema de educación muy grande y mal prestigio en el mundo”, indica.

No obstante, destaca que el país, destaca por su nivel cultural, por su magia en el arte milenario, por las raíces solidas y sus artistas mexicanos de gran nivel.

Por ello, resalta que se debe de volver a tener educación para destacar aun más como país, empezando por rescatar la cortesía que se tenía antes, haciendo a un lado las envidias y esa mentalidad individualista.

Su obra en varias partes del mundo

Gustavo Ramos Rivera, quien tiene más de 40 años de trayectoria artística en San Francisco, California, pero que no olvida su natal Ciudad Acuña, a donde llega cada que sus actividades se lo permiten, así como su México querido, en lo que resta del año tendrá diversas muestras.

Primeramente, comparte que va a Sacramento, California donde estará exponiendo obra en una importante galería, para luego dirigirse a Berna, Suiza, donde realizará grabados y linotipos.

Posteriormente, viajará a París, Francia, con algunas de sus obras para ser expuestas en galerías de esa urbe.

Una galería en Santa Fe, Nuevo México también espera su obra, así que asistirá luego de su gira por Europa.

El maestro también se dará un tiempo para poder ir a Guadalajara, Jalisco, donde realiza una serie de esculturas de fierro de grandes dimensiones, en un estudio de uno de sus amigos artistas y a donde asisten sus colegas, como José Luis Cuevas y Felguerez.

Nostalgia de los afluentes

En Berna, Suiza aprovechará para nadar en un río precioso de agua fría y corrientosa, que le hace recordar algunos ayeres en el Rio San Diego y el Arroyo Las Vacas.

Resalta que le gusta mucho nadar, pero lamentablemente en México, en pocos afluentes sus habitantes pueden hacer eso sin un riesgo, como lo hacían antes.

Y es que ahora los desechos que son vertidos a los afluentes, la contaminación, la sobreexplotación pétrea, señala que han acabado con el paraíso que eran antes.

Ahora, con gran tristeza, recorre estos afluentes, pero a pie.