Niza.- Islandia, regresa en Marsella al centro de atención de la Eurocopa este sábado, en busca de un triunfo ante Hungría, sorprendente vencedora ante Austria que, capitaneada por el “abuelo” del torneo, el meta Gabor Kiraly, apunta al primer puesto.

La selección islandesa ha pasado de ser un conjunto exótico a ganarse las simpatías de todos los aficionados.

Su meritorio y sorprendente empate ante el equipo de Cristiano Ronaldo, no sólo le ha granjeado las simpatías de todo el mundo, sino que le ha abierto unas expectativas que a duras penas contemplaba al comienzo de la competición.

El equipo ya no se siente inferior a nadie y afronta el encuentro ante Hungría, sabedor de que un triunfo prácticamente le mete en los octavos de final.

No lo tendrán fácil, porque en Hungría también reina la euforia tras imponerse a Austria, su archirrival, por 0-2 en la primera jornada.

Hungría se ve en la segunda ronda, algo que no han disfrutado varias generaciones de aficionados que seguían viviendo del recuerdo de los “mágicos magiares” de los 50.

Pese a ser un equipo con jugadores veteranos Hungría asienta su fortaleza en una buena defensa y un rápido contragolpe.