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Mirador 15/07/16
La princesita llamó a sus pretendientes y les pidió que le dijeran lo que cada uno la quería. Quien más la amara se casaría con ella.
–Yo te quiero de aquí al otro lado del mar –dijo uno.
–Yo te amo de aquí a los más lejanos confines de la Tierra –dijo otro.
–Yo te quiero de aquí a la Luna –terció un príncipe.
–Y yo de aquí hasta el Sol –clamó otro.
Se acercó entonces el más sabio entre todos, y dijo a la princesa:
–Yo te quiero toda la distancia que en México separa a los gobernantes de los gobernados.
La princesita supo que ése era el que la amaba más. Y se casó con él, porque además sabía que su amor se iba haciendo más grande cada día.
¡Hasta mañana!...