Mirador 02/08/16

Usted está aquí

Mirador 02/08/16

 Llegó sin previa cita y declaró:
         —Soy el número uno.
         Yo no me sorprendí. Quienes creen ser el número uno piensan que no necesitan hacer cita. Llegan cuando les da la gana. Para eso son el número uno. Me preguntó:
         —¿Sabes dónde está el número dos?
         —Acaba de salir —le contesté—. Llegó, también sin previa cita, y me dijo que él es el número uno. ¿Está usted seguro de ser el número uno? ¿No será el número dos?
         —¿Cómo puedes pensar eso? —se indignó—. Siempre he sido el número uno.
         —Lo mismo me dijo el dos —repliqué yo.
         El número uno se retiró enojado. Ahora no sé si el número uno era el número dos y el número dos era el número uno. Quizá ninguno de ellos era el número uno. Quizá nadie es el número uno. Eso estaría muy bien. El mundo andaría mejor si nadie se creyera el número uno.

¡Hasta mañana!...