No se tiene el derecho de burlarse de principios de la Iglesia: Norberto Rivera

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No se tiene el derecho de burlarse de principios de la Iglesia: Norberto Rivera

Señala. Norberto Rivera dijo que no se trata de imponer convicciones. Foto: CUARTOSCURO
“Quien quiere venir en pos de mí y no pospone a sus padres, hijos, hermanos, esposo, no es digno de mí”, subrayó el arzobispo Primado de México

CDMX.- El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que a nadie le pueden imponer las convicciones de la Iglesia católica, pero tampoco se tiene el derecho a ignorar y a burlarse de sus principios; expresó que en una época de libertad de opinión, los cristianos no pueden avergonzarse de proclamar las “verdades del Reino de Dios”.

Al pronunciar su homilía dominical, el prelado expresó que hoy en día se están dando signos de cambios y de “renovación profunda” en la Iglesia católica, pero consideró como un signo negativo la desilusión que invade a los jóvenes respecto a las ideologías, estructuras, sistemas y proyectos “que en un determinado momento de la historia fascinaron y entusiasmaron y que en estos últimos años han mostrado su fracaso y su incapacidad de transformar al hombre y a la sociedad”.

“En una época de libertad de opinión y de acción, en una sociedad plural, los cristianos no podemos, no debemos avergonzarnos de proclamar las verdades del Reino de Dios como fórmula que hace posible la convivencia humana, el progreso y la dignificación de la sociedad. En una sociedad libre, plural y respetuosa a nadie, por ningún motivo, le podemos imponer nuestras convicciones, pero nadie tampoco tiene derecho a ignorar y mucho menos a burlarse de nuestros principios”, dijo el cardenal Rivera Carrera.

Afirmó que sólo Jesús tiene derecho a decirnos: “Quien no está conmigo, está contra mí”, ya que es el “único valor absoluto”. Hay que anteponer —dijo— la persona de Jesús y los valores que vino a predicar a los seres más queridos según la carne, la raza, la nación, el partido y la clase social.

“Quien quiere venir en pos de mí y no pospone a sus padres, hijos, hermanos, esposo, no es digno de mí”, subrayó el arzobispo Primado de México.