El ataque terrorista a diferentes objetivos en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001 es una muestra de la barbarie humana, producto de la intolerancia y los fanatismos, dijo el gobernador Rubén Moreira al recordar los atentados. 

El 11 de septiembre de 2001, 4 aviones fueron secuestrados por integrantes de la red terrorista Al Qaeda y estrellados, 2 en las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, 1 en la fachada del Pentágono y otro más se desplomó en Pensilvania; murieron casi 3 mil personas en estos atentados. 

Rubén Moreira, gobernador de Coahuila, recordó que aquel 11 de septiembre de 2001 trabajaba en el municipio de Saltillo y al momento de los ataques se desplazaba en automóvil rumbo a Monterrey acompañado de Ismael Ramos, ahora secretario de Finanzas, y de José Vega Bautista, director de Comunicación Social en el Estado. 

Por cuestiones de trabajo, explicó Rubén Moreira, iban a Monterrey y en el trayecto escucharon la noticia. 
“Esa es una muestra de la barbarie humana, producto precisamente de la intolerancia y de los fanatismos, por eso, yo no estoy de acuerdo en meterse en lo que otros piensan y en lo que otros aman y en lo que otros sienten”, dijo. 

“Miles de personas que no tenían nada que ver”, recordó Rubén Moreira, “fueron muertos por fanáticos. Esa es la grandeza del artículo primero de nuestra Constitución que prohíbe todas las discriminaciones”. 

En Estados Unidos y en Francia han ocurrido atentados por temas religiosos, por eso se debe tener cuidado en intentar desmantelar el artículo primero de la Constitución de México.