Mirador 06/10/16

Usted está aquí

Mirador 06/10/16

La inteligencia del hombre no conoce límites.

Tampoco su estupidez.

En una antigua publicación de la compañía inglesa Titan Sports, dedicada a vender artículos para el juego del billar, se lee que en el tiempo de sus mayores ventas eran sacrificados cada año 12 mil elefantes africanos y de la India para obtener de sus colmillos el marfil necesario para fabricar las bolas empleadas en ese juego.

 (He oído, dicho sea entre paréntesis, que el puntito negro que aparece en esas bolas servía para cubrir el canal del nervio que va a lo largo del colmillo).

Ignoro si los datos anteriores son ciertos, pero no ignoro que los elefantes han sido y siguen siendo perseguidas por sus colmillos. 

Cazadores en busca de trofeos y comerciantes de marfil causan la muerte de esas magníficas bestias, hermosas, inocentes.

Y surge desde luego la pregunta: ¿qué es más grande en el hombre, su inteligencia o su estupidez?

¡Hasta mañana!....