¿Es importante para las parejas organizar salidas nocturnas regularmente?

Es una pregunta que se plantearon y analizaron recientemente científicos del Reino Unido. Harry Benson de la Marriage Foundation y Steve McKay de la Universidad de Lincoln en Lincoln, Reino Unido, presentaron un informe publicado esta semana bajo el título “Las salidas nocturnas fortalecen los matrimonios”, analizando a 9.969 parejas con hijos.

Entre las parejas –que formaron parte del estudio longitudinal Millennium Cohort- Benson y McKay comprobaron que 11 por ciento organizaban salidas al menos una vez por semana, 30 por ciento lo hacían mensualmente y 23 por ciento con menor frecuencia. En el 36 por ciento restante, las parejas apenas salían o no salían juntas.

“En líneas generales, las probabilidades de separación de las parejas que salían una vez al mes o menos fueron un 14 por ciento más bajas a lo largo de 10 años que en las parejas que salían una vez por semana o rara vez”, se lee en el estudio.

Curiosamente, los científicos no comprobaron que esto fuera válido para las parejas que sólo conviven, en tanto los padres casados tienen muchas menos probabilidades -57 por ciento menos, de hecho- de separarse que los padres que simplemente conviven.

“A nuestro entender, es el primer test empírico realizado sobre la efectividad de las salidas nocturnas”, dice el informe. “Demuestra que las salidas nocturnas ocasionales refuerzan y fortalecen la estabilidad, pero sólo estando casados”.

Al evaluar los resultados, la Marriage Foundation tomó en cuenta la edad, el nivel educativo, la calidad de la relación y la situación matrimonial, analizando el papel de cada uno de estos factores en la continuidad de la pareja unida.

El estudio analizó primero datos entre madres que tuvieron bebés en 2000 y 2001. Los científicos pudieron ver datos de un grupo de encuestadas recogidos cuando sus bebés tenían 9 meses de edad –y nuevamente cuando los niños tuvieron tres, cinco, siete y 11 años.

El modelo del estudio se centró en mamás que respondieron tanto en la primera como en la última ola de la encuesta, produciendo algunos hallazgos muy interesantes. Si bien a las que salían una vez al mes les iba mejor que a las parejas que nunca salían, hacer salidas nocturnas con más frecuencias no necesariamente ayudaba.

Por ejemplo, las parejas que informaron que salían semanalmente no obtenían mejores resultados que las que apenas salían, en tanto las probabilidades de separación eran 14 por ciento más bajas en las parejas que salían una vez al mes o con más frecuencia –y 12 por ciento más bajas para las que salían con menos frecuencia.

Nuevamente, aparece la brecha de la convivencia.

“¿Por qué, entonces, las parejas casadas parecen beneficiarse más con la salida nocturna ocasional mientras que las parejas que conviven no?” dice el estudio. “Probablemente se reduzca al supuesto original de las salidas nocturnas. Saliendo con frecuencia, las parejas casadas refuerzan la importancia de su relación”.

Los autores conjeturaron que una salida nocturna para las parejas casadas “es una afirmación sobre la naturaleza de su relación”, mientras que las parejas que conviven simplemente salen juntas en tanto el futuro de su relación es en algunos casos un interrogante.

The Guardian preguntó a algunas parejas qué opinaban de las salidas nocturnas, descubriendo que esas simples salidas tienen algunos beneficios anecdóticos.

“Creo que las salidas de noche son importantes porque las parejas pueden dormirse en los laureles con la rutina de la casa y dar por sentado a la otra persona, de modo que es importante dar un paso atrás y mirarse uno al otro; tener algo de perspectiva”, dijo una mujer llamada Laura que lleva cuatro años de casada.

Un hombre llamado Ashish Bhatnagar agregó: “(Las salidas de noche) son absolutamente importantes –un quiebre en la rutina de lunes a viernes. Antes de que naciera nuestro hijo, salíamos con más regularidad”.