‘Salud de capo no evita su extradición’

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‘Salud de capo no evita su extradición’

Dato. Emma Coronel, pareja del capo, presentó una queja ante la CNDH para denunciar malos tratos hacia éste. / Archivo
“Joaquín Archivaldo Guzmán Loera presenta en este momento signos físicos y síntomas que demuestran que fue y está siendo sometido a malos tratos durante su estancia carcelaria”

CDMX.- El deteriorado estado de salud que pudiera tener Joaquín “El Chapo” Guzmán no es impedimento para que sea extraditado a Estados Unidos, dijo Carlos Daza, catedrático de la UNAM.

En entrevista, explicó que el tratado internacional conforme al cual se llevan a cabo los procesos de extradición establece claramente que con ellos no se juzga a los inculpados.

“El estado de salud de una persona no es suficiente. Yo creo que lo que está pugnando su abogado es que, derivado de una supuesta tortura por el aislamiento, por el momento que vive en prisión, está teniendo consecuencias físicas, entonces eso traería inclusive responsabilidad para servidores públicos y podría ser causal para otras opciones, pero no afecta en nada el debido proceso”, explicó.

“Una cosa son las consecuencias para el interno y otra las consecuencias para el procedimiento de extradición, que son dos cosas diferentes. El tratado internacional no prevé esa situación”, añadió.

Emma Coronel, pareja de Guzmán Loera, presentó el lunes pasado una queja ante la CNDH para denunciar los malos tratos a los que, acusa, es sometido el capo, y asegura que ponen en riesgo su salud física, mental y su vida.

La mujer denuncia que desde su llegada en enero de 2016 al Centro Federal de Readaptación Social número 1, El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, el capo fue completamente aislado y estaba en condiciones de desigualdad frente a otros internos.

Según un peritaje médico realizado a finales de agosto pasado, “Joaquín Archivaldo Guzmán Loera presenta en este momento signos físicos y síntomas que demuestran que fue y está siendo sometido a malos tratos durante su estancia carcelaria”.

En el documento se destaca que padece “un trastorno de ansiedad generalizada y un trastorno neurocognitivo leve”, así como alucinaciones auditivas, desorientación, pérdida de memoria a corto plazo y dolores de cabeza.