La hora decisiva se acerca no sólo para el PRI, sino para todos los partidos, que tendrán que definir el método de selección de sus candidatos y reportarlo al Instituto Electoral de Coahuila, de Gabriela de León. En el tricolor el puntero Miguel Ángel Riquelme ha estado tranquilo durante los últimos días, sabe que ha recorrido los caminos correctos para entrarle al proceso interno. Ya su dirigente estatal, Verónica Martínez, ha adelantado que habrá Consejo Político Estatal y a partir de ahí será como se establezca el método, que casi está cantado que sea consulta a sus bases.

Isidro López rompió esquemas y no sólo como alcalde de Saltillo, sino también como aspirante interesado, se apersonó en la ceremonia de inicio del proceso electoral. Ahí –hasta parece que huelen la sucesión- se acercaron para tomarse la foto con el edil saltillense los dirigentes del Partido Joven, Édgar Puente, Abundio Ramírez, del Revolucionario Coahuilense, y Aurora Pineda, del PRD, todos son viejos lobos de mar en esto de la política. De lo demás seguro que usted está enterado: que Isidro anda arriba en las encuestas, alcanzando de manera técnica a Guillermo Anaya.

En estos días es cuando el trabajo se le empieza a cargar al Vicecoordinador de Enlace Legislativo con el Gobierno Federal de la bancada del PRI, Jericó Abramo. Se ha tomado muy en serio su papel en la integración del Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 y está metido casi en todo lo que sea de este tema. Sin embargo está al pendiente de lo que acontece en Coahuila, la tierra que quiere gobernar, aunque ya lo dijo, tampoco es una obsesión ser el candidato. El caso es que Abramo está palomeado para la lista de aspirantes que puedan entrarle a la contienda interna, en caso de que esta se dé.

La polvareda que ha levantado el senador Luis Fernando Salazar ha sido nomás en redes sociales, y quién sabe si esto le alcance para tener presencia y poder repuntar en las encuestas azules, en donde continúa debajo de Isidro López y Guillermo Anaya. Las demandas de Salazar contra el Gobierno de Coahuila y sus señalamientos por las empresas fantasma le están acarreando seguidores, pero necesita de otra estrategia mediática para salir a la luz. Sin duda que Luis Fernando está en la pelea como aspirante serio y firme, pero su popularidad nomás no crece.

El único candidato independiente con posibilidades –los otros ya se desinflaron-, Armando Guadiana, está en el punto decisivo, porque podría dejar la independencia y sucumbir a la endulzada de oído que le dé la próxima semana Andrés Manuel López Obrador. “El Peje” viene a Coahuila a revisar los comités de Morena, pero de paso le lanzará la última oferta a Guadiana para que se decida a ser el candidato a la gubernatura. De ser así, el empresario deberá empezar por afiliarse a Morena y preparar la estrategia de campaña, sin contar con que en Morena se creen hechos a mano.

La principal dificultad que enfrenta Guillermo Anaya es mantenerse en los primeros lugares de las encuestas panistas y llegar así hasta que se reúnan de nuevo con Ricardo Anaya a decidir quién será el candidato. No es tarea fácil, porque además de recursos económicos, se requiere de una estructura y Guillermo tiene amigos en todo Coahuila, pero nadie puede asegurar que serán suficientes. Aunque el consejo principal para los panistas es que se promuevan a través de redes, finalmente los medios tradicionales también van a jugar un papel importante en el posicionamiento de los aspirantes azules.

Al igual que otros de sus correligionarios, la senadora Hilda Flores Escalera, está esperando las reglas del juego en el PRI, para decidirse a participar en la contienda interna. En la Cámara la Senadora ha tenido trabajo intenso, pero poco se le ve recorriendo el Estado, de tal manera que las posibilidades siempre disminuyen por no estar cerca de la gente. De cualquier modo Hilda ya se encartó después de presentar su Informe Legislativo diciendo que sí quiere gobernar Coahuila. Las posibilidades de cada uno de los aspirantes del PRI a la candidatura sólo lo saben ellos.

Aunque muchos lo descartan, Enrique Martínez y Morales se ha encargado de decir presente y levantar la mano como serio aspirante a la candidatura rumbo a Palacio Rosa. En esta semana que se apersonó en un evento del Infonavit, en donde como empresario recibió un reconocimiento a nombre del Grupo Empresarial Martínez, dijo que todavía el suelo priísta no estaba parejo como para contender, pero lo más interesante es que aceptó que hay riesgo de fracturas. Para quien quiera verlo ahí está entrándole en serio, y para el que quiera escucharlo, que ponga atención.