Un factor importante que contribuye a crear un hogar saludable para su familia comienza con sus elecciones en el mercado y dónde guarda los alimentos al llegar a su casa.

Es una de las difíciles tareas que prácticamente todas enfrentamos. “Creo que comienza antes de llegar al mercado”, dice la dietista cardiovascular Amanda Hindoian del IMC Heart Institute.

El quid está en la visita semanal al mercado. Hindoian sugiere “Preparar una lista de antemano es realmente útil porque usted ya sabe qué va a comprar”.

De hecho, Hindoian, que es dietista matriculada, considera que la lista es esencial cuando la intención es servir comidas saludables ajustándose a un presupuesto.

“Una lista nos da más probabilidades de que la respetemos y compremos esos alimentos. También ayuda a ahorrar dinero”, dice Hindoian.

Avanzar con el carrito en medio de las tentaciones del mercado también puede ser más fácil adoptando la metodología correcta. “Generalmente, los alimentos más sanos están sobre el perímetro de la tienda”, dice Hindoian.

Por lo tanto, con ese mapa en la mente, probablemente se comienza en la sección de productos agrícolas. Es allí donde Hindoian hace la mayor parte de sus compras. “En la sección de productos agrícolas es donde se encuentra mucha fibra, muchas vitaminas y muchos minerales. Por ende, comiendo un puñado de los colores que se ven allí, se obtienen los nutrientes necesarias”.

Luego, se deben buscar las carnes magras y los productos lácteos sin grasa y sin azúcar como el yogur. Hindoian también tiene un consejo para pilotar el surtido abrumador de yogures. “El yogur griego contiene más proteínas y menos hidratos de carbono (azúcares adicionales)”.

¿Debemos, entonces, evitar los corredores centrales donde tienden a acechar las comidas chatarra? Hindoian dice que “no necesariamente”. Lo que sugiere, en cambio, es que “La sección de alimentos enlatados suele tener mala reputación”.
Esto se debe con frecuencia a que los líquidos en los que se envasan las frutas y verduras enlatadas están repletos de sodio y azúcar. Pero, dice Hindoian, “Se pueden enjuagar y quitarles la mayor parte del exceso de azúcar o sal”.

Y antes de irse, un paseo por las góndolas de cereales y panes puede resultar difícil de evitar. No hay ningún problema, según Hindoian, quien aconseja buscar productos con alto contenido de fibra y poco azúcar y leer siempre las etiquetas.
De regreso en el hogar, la instructora en bienestar físico y alimentación Mindy Buxton que también es especialista certificada en fuerza y acondicionamiento, muestra a un grupo de mamás ocupadas cómo garantizar que los alimentos saludables que compran en el mercado se consuman realmente.

Las dos principales sugerencias de Buxton son: ubicación y preparación.

Señalando un recipiente lleno de zanahorias cortadas y envasadas, Buxton explica: “Saquen sus bolsitas del tamaño de una porción, distribuyan una parte y guárdenla de manera que sea tan fácil de tomar como una barra de granola”.
En el refrigerador de Buxton, las frutas, verduras y las sobras frescas están
 almacenadas en recipientes transparentes para que se vea lo que hay en el interior y sean fáciles de comer.
“Los frascos Mason son fantásticos para guardar gachas y ensaladas”, dice Buxton.

Al igual que las compras, la preparación y presentación de los alimentos en el hogar exigen un poco más de tiempo y atención, pero pueden significar una saludable diferencia. “Si conseguimos que sea igual de fácil ir al refrigerador que a la alacena, será mucho más fácil tener la salud bajo control”, dice Buxton.

Otro consejo en el que coinciden tanto Buxton como Hindoian es: verificar las etiquetas de manera que el número de ingredientes en los alimentos procesados no pase de seis.