Promesas de Trump sobre salario y empleo chocan con la realidad económica de EU

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Promesas de Trump sobre salario y empleo chocan con la realidad económica de EU

Foto: Especial
Sin una política impositiva y de redistribución, mismas a las que los republicanos se han opuesto, Trump enfrentaría problemas para cumplir su promesa de ayudar a los más perjudicados por la economía global

El presidente electo de Los Estados Unidos, Donald Trump, se enfrenta a una realidad económica que podría en gran medida dificultar las promesas populistas sobre empleo y salarios, que caracterizaron su campaña presidencial.

De acuerdo a analistas, las promesas de Trump de resucitar los pueblos olvidados de Estados Unidos enfrenta el reto de una economía que durante décadas ha mantenido una estrecha relación entre los ingresos y las zonas urbanas del país o los sectores de mayor educación.

El compromiso que el empresario republicano adquirió con los pueblos estadounidenses durante su campaña prometían una revisión a la desigualdad salarial y las tendencias laborales, promesa a la que tarde o temprano Trump deberá revertir.

De acuerdo a estimaciones de la Oficina de Censo, citadas por Reuters, sobre una base antes de impuestos, la parte de los ingresos totales de los hogares en el quintil superior aumentó de un 50,4 a un 51,4 por ciento entre 2008 y 2015, a expensas de todos los demás.

Sin una política impositiva y de redistribución, mismas a las que los republicanos se han opuesto, Trump enfrentaría problemas para cumplir su promesa de ayudar a los más perjudicados por la economía global.

“Se necesita 30 a 40 años para ponernos al día (…) Mucho dinero ha ido a los más ricos y cambiar eso será un proceso largo y lento”, dijo David Madland, investigador del Center for American Progress.

Durante sus discursos de campaña, Trump prometió eliminar el orden establecido al que hizo responsable de destruir los empleos de la clase media por los malos acuerdos comerciales, un mensaje que tuvo gran impacto en las zonas rurales de Estados Unidos y en las ciudades media aun afectadas por los rezagos de la crisis económica del 2008 y que no han sentido la recuperación de la economía alcanzada con la administración de Barack Obama.

La realidad económica en Estados Unidos dificulta la promesa de Trump y, al parecer, depende sólo del crecimiento económico que alcance para poder cumplir.

A pesar de un aumento récord en los ingresos de los hogares y un aumento continuo de los empleos de salarios medios a nivel nacional, el efecto sobre la desigualdad de ingresos fue “estadísticamente insignificante”.

De acuerdo a datos de Reuters, en el Gobierno de Obama, los ingresos después de impuestos del quintil inferior de los hogares aumentaron un 18 por ciento, o 2,200 dólares, según un reciente estudio del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.

Pero eso fue posible gracias a mayores impuestos sobre los ricos, más beneficios para los pobres y, en gran parte, una ganancia estimada de 1.900 dólares por una cobertura de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Trump ha prometido revocar el llamado “Obamacare”.

La propuesta de Trump radica en mejores acuerdos comerciales y ofreció una receta republicana conocida: reducciones de impuestos para las empresas con el fin de estimular la inversión y el empleo.

Para los expertos, aun habiendo una aceleración en el crecimiento económico de Estados Unidos, posiblemente el nuevo presidente no hará mucho para contrarrestar las presiones sobre los salarios y los empleos de ingresos medios por la automatización, la tecnología y otras tendencias.