Dice un refrán mexicano antiguo:

“Muerte de suegra, dolor de nuera”.

Pero añade, como entre parénteis o en voz más baja:

“Mas no por dentro, sino por fuera”.

De la flora mexicana ha salido muchos dichos y hechos. Lo mismo da origen a sabrosos refranes que pone salud o magia en nuestra vida. De aquí y de allá he sacado cosas interesantes acerca de la vegetación de México. Por ejemplo las dos que siguen:

-“A este culantro tan seco le falta su regadita”.

Culantro es cilantro, o coriandro. En muy travieso modo el señor Santamaría, filólogo reconocido, escribe a propósito de este dicharacho: “Dícese con marcada malicia de la mujer desmejorada a la que hace falta obra de varón”.

-“No pelea, pero hace jaras”.

Jaras son lanzas, como las que aparecen en la figura de la lotería. Este dicho alude a quien gusta de amarrar navajas: no participa en la contienda, pero azuza a los demás a fin de que entren en ella.

En Jalisco tienen tres vírgenes. Las tres vírgenes que tiene Jalisco son la de San Juan de los Lagos, la de Talpa y la de Zapopan. Las he citado por riguroso orden alfabtético, para que no haya sentimientos. A estas tres vírgenes les dicen “Las Comadres”, y ya se sabe cómo son las comadres de sensibles.

La devoción a la Virgen de Talpa inspiró a Francisco Rojas González uno de sus más bellos cuentos, aquel del niño tuerto que sufría porque en la escuela sus compañeritos se burlaban de él. Le decían “el poca luz”, “farol apagado” y otras burletas propias de los niños, que son más crueles aún que los adultos. Todos los días el chamaquito tuerto llegaba a su casa llorando. O semillorando, si se me pide precisión. Su pobre madre se afligía. Llevó a su hijo al santuario de la Virgen y llorando le pidió a la Señora que le hiciera el milagro de que su hijo ya no fuera tuerto. Al salir de la iglesia un cohetón estalla en el ojo bueno del pequeño y lo deja ciego. La madre vuelve al templo y se postra de rodillas ante la sacra imagen. Con lágrimas de felicidad le agradece a la Virgen el milagro que le acaba de hacer: su hijo ya no es tuerto; ahora es ciego. De un tuerto se burlan todos, pero de un ciego nadie hace burla jamás.

La segunda comadre es la Virgen de San Juan de los Lagos. De las tres Comadres ella es la que tiene más devotos. Pero ¡cuidado! esta Señora goza fama de vindicativa, quiero decir de vengadora. Si le pides un milagro, y a cambio le haces una promesa -por ejemplo, dejar de fumar, o no ver ya nunca a Fulanita-, y ella te hace el milagro, y tú no le cumples la promesa, entonces la Virgen te envía una desgracia enorme, como casarte con Fulanita. Hay muchachas que se llaman Sanjuana -hay que decirles Sanjuanita- porque sus mamás se las prometieron a la Virgen de San Juan. Si en vez de Sanjuana les hubieran puesto Janice, Jeanette o Jean, la Virgen se habría enojado mucho y habría hecho caer sobre las desdichadas una terrible pena: forúnculos en la región glútea, o qué sé yo. Lo mejor es tener formalidad y cumplir la manda.

La Virgen de Zapopan es objeto de la devoción de todos los jaliscienses por igual, de los tapatíos sobre todo. Su fiesta es el 12 de octubre, el mismo día que en España es festejada la Virgen del Pilar. A la última procesión de la Virgen de Zapopan acudieron dos millones de personas. Y sin embargo los de Zapopan son humildes, y dicen que su Virgen es la tercera en la devoción nacional. La primera, desde luego, es la Guadalupana, y la segunda es la Virgen de San Juan de los Lagos.