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Mirador 14/01/17
Me habría gustado conocer a fray Payo de Ribera, arzobispo que fue de México en tiempos de sor Juana.
Un día la superiora de la célebre monja la corrigió sin razón, equivocadamente. Sor Juana le replicó, molesta:
–Calle, madre. No sea usted zonza.
La priora se indignó, y en una encendida carta que envió al arzobispo se quejó airadamente. Fray Payo, hombre de buen sentido y que además conocía bien a la quejosa, le envió de vuelta la misiva con su respuesta al margen: “Demuestre la madre superiora que no lo es y se le hará justicia”.
Me habría gustado conocer a don fray Payo de Ribera. Quizá ponía la probanza en parte a la que no tocaba, pero sabía juzgar a las personas. Yo, por mi parte, espero que nadie me llame zonzo alguna vez, pues me será dificilísimo probar que no lo soy, y tendré que allanarme al calificativo.
¡Hasta mañana!...