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Mirador 11/02/17
Los hombres y las mujeres del Potrero andaban muy inquietos.
Sucedió que ayer por la mañana cayó un rayo en seco. Esto quiere decir que cayó sin lluvia o tempestad, sin nubes en el cielo.
El extraño fenómeno se considera nuncio de desgracias. La última vez que un rayo así cayó, a los pocos días llegó el ciclón Gilberto, que se llevó tierras y animales, tumbó árboles y casas y dejó incomunicado al rancho por semanas.
Ayer mismo tomaron providencias los vecinos. Bajaron de su altar la bendita imagen de Nuestra Señora de la Luz y la pasearon alrededor del rancho. Llevaron a un niño al borde de la sierra y lo hicieron que con un machete partiera el cielo en cuatro figurando el signo de la cruz.
Están tranquilos ya, pues esos ritos nunca fallan. Vienen de los antepasados, y los muertos no se equivocan nunca.
Estoy tranquilo yo también. Mi tranquilidad viene de ellos. Contra una Virgen como la de la Luz, y contra un machete esgrimido por un niño ¿qué pueden los rayos, aun los que caen en seco?
¡Hasta mañana!....