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Navegar en la web como incógnito no es tan privado ni tan seguro como crees
Navegadores como Chrome o Microsoft Edge ofrecen el modo de navegación de incógnito o privado. Y muchos usuarios manejan esta opción pensando que de este modo resguardan por completo su privacidad. Pero lo cierto es que esta opción no tiene todos los beneficios que se le suele atribuir.
De acuerdo con una encuesta que realizó el sitio DuckDuckGo en Estados Unidos, cerca de la mitad de los 5 mil usuarios consultados empleó esta modalidad al menos una vez.
Dentro de los resultados, el 30% dijo emplearla a diario y cerca del 25% recurre a esta alternativa, al menos, una vez por semana.
Pero el principal motivo para hacerlo es realizar búsquedas que se consideran vergonzosas o de dudosa moral.
También lo hacen cuando quieren llevar adelante consultas sobre fianzas, buscar sugerencias, realizar compras o simplemente porque están empleando computadoras públicas.
Pero, pese a lo que se cree, este modo de navegación no es tan seguro, solo lo es de manera superficial.
Algunos de los errores más frecuentes al emplearlo es creer que los sitios que visitan no puedan identificar al usuario, que no ven su IP o que el gobierno no sabe a qué web ingresan.
En realidad, al hacer una navegación privada, lo único que se impide es que el navegador guarde actividad relacionada a los sitios que se visita. Lo que se evita que se almacene esa información en el historial de navegador, y tampoco se guardan cookies ni búsquedas.
Pero no se impide que otras fuentes, como el proveedor de servicios, el empleador o los mismos sitios web que se navegan, registren los movimientos del usuario, Chrome deja claro en esto al entrar a este modo.
Vale mencionar que aunque las cookies habituales se borran, se pueden almacenar en plugins como Flash, incluso cuando se utiliza el modo privado.
Si en realidad se quiere ganar en privacidad, es mejor optar por usar una VPN (Red Privada Virtual), la cual permite que se envíe y reciba data sobre computadoras públicas como si se tratase de una red privada. Esto es posible gracias a que se genera una conexión punto a punto mediante conexiones cifradas o dedicadas.
Por eso, la próxima vez que utilices el método de navegación privada ten en cuenta que para nada estás oculto ni dejas rastro.
Tampoco la VPN ni los navegadores como Tor permiten eso. Incluso la legendaria 'dark' o 'deep' web es ni tan oscura ni tan profunda como se cree.
Todo lo que uses o navegues en la red puede salir a la luz, tarde o temprano.
Lo único que se logra con estos otros métodos es que quien quiera obtener los datos del usuario batalle un poco más, o, en el mejor de los casos, reducir las probabilidades de que tu privacidad sea vulnerada del todo.
Con información de medios