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‘Las malas influencias de mi hija’
ESTIMADA ANA:
Una de mis hijas ya es adolescente, ella ya tiene 14 años y desde que comenzó el ciclo escolar cambió mucho su comportamiento. Antes, tenía muy buenas calificaciones, era cumplida con sus trabajos, ordenada en la casa y responsable con sus compromisos y obligaciones.
Ahora es todo un caos con ella. No estudia, no cumple con tareas ni trabajos, en la casa es desordenada y además, sus amigas ya no son las mismas. Ahora son unas muchachas problemáticas de otra escuela y yo nunca las había visto y no tengo idea cómo las conoció. A veces prefiero castigara sin motivo con tal de que no salga los fines de semana con ellas, pues no me inspiran confianza.
Ya son varias las veces que me dice que no quiere seguir estudiando, me paso tardes completas discutiendo con ella para que estudie, termine sus tareas, ordene sus habitación y su ropa pero no hay manera de lograrlo. No sé qué ni cómo decirle las cosas, usted ¿qué me aconseja hacer?
Marcela.
ESTIMADA MARCELA:
La adolescencia es un periodo complicado y problemático, no solo para ella sino para quienes están a su alrededor, ahora comienza una especie de crisis que comienza a afectar el funcionamiento familiar, pues la relación con los papás definitivamente ya no es la misma que cuando era niña.
Es normal que como papás pensemos que el comportamiento de nuestros hijos se debe a las “malas influencias” de los amigos, que ellos son las “malas compañías”, pero creo que más bien ellos suelen elegir determinadas compañías porque están cambiando y, el primer cambio se produce en casa.
Dices que la castigas sin motivo para que no salga, pero te comento que la mayoría de las veces eso puede ser contraproducente, pues el mensaje que le estás dando es que, cualquier cosa que haga, grave o no tanto, su castigo será no salir.
Los adolescentes necesitan relacionarse, desarrollar una vida social de acuerdo a su edad. Creo que es mejor que desarrolles con ella una relación basada en la confianza, que en el castigo. Es mejor que le enseñes a cuidarse y a relacionarse adecuadamente, pues no vas a poder ejercer esa autoridad sobre ella siempre, de esta manera, te sentirás más tranquila y su relación será menos conflictiva.
Hay muchas causas por las que los adolescentes no quieren estudiar, uno de ellos es sin duda la desmotivación: si siempre está castigada y no tiene estímulos ni algo que le inspire, difícilmente va a tenerla.
Cambien su dinámica, trata de ser más comprensiva con ella, la adolescencia es solo una etapa y por lo mismo pasará y así como tiene momentos complicados, también está llena de grandes experiencias, lo ideal sería que ella la disfrutara, la viviera al máximo de una manera sana y feliz.
Pero para lograrlo, como te decía, se necesita mucha paciencia pero sobre todo mucha comunicación entre ustedes. Platicar continuamente de sus sentimientos, sus tristezas, así como de los riesgos, vicios a los que están expuestos los jóvenes hoy en día, la hará sentirse tranquila y ten por seguro que por más que sus amistades no sean las que a ti te gustaría y que probablemente quieran ejercer algún tipo de influencia sobre ella, si tiene sus bases fuertes y bien cimentadas, ella no cederá.
Pero la comunicación debe de ser a diario, sin que suene a regaño. Debe de ser un “plática” entre madre e hija, de esta manera ella se sentirá segura y protegida y tú te sentirás tranquila y en paz, formando sus bases para que al ser adulta, sea responsable y madura, capaz de enfrentar las adversidades que en la vida se irán presentando.
Ana