ESTIMADA ANA:
Soy madre de 4 hijos y desde que nacieron nos han llenado de increíbles momentos, cada uno con su forma de ser y su carácter. El mayor ya salió de la universidad y ya tiene su primer trabajo, el segundo va a mitad de la carrera y siempre ha sido un alumno excelente también.

La más chica tiene 13 y la mediana 18. Y precisamente de la de 18 me gustaría platicarle un poco. Ella, al igual que sus hermanos siempre ha sido muy dedicada a la escuela, con las mejores notas y un aprovechamiento al máximo.

Siempre ha sido muy responsable, madura e inteligente, en realidad podría asegurarle que no tengo ninguna queja de ella. Su comportamiento es muy correcto, a diferencia de muchas jovencitas de su edad que yo misma he visto cómo se comportan hoy en día, muchas de ellas con actitudes inapropiadas para su edad y etapa.

Además de dedicarse a la preparatoria, por las tardes va a clases de danza, ballet y guitarra. Los sábados va a clases de inglés y de pintura. Siempre le ha gustado mantenerse ocupada, a veces leyendo y pocas las veces escuchando música o viendo televisión.

En varias ocasiones me he acercado con ella y le pregunto cómo se siente y es cuando me dice que no le gusta salir con nadie de sus compañeros porque no son como ella, que no se la pasa bien, que no sabe de qué hablar porque su manera de divertirse no es igual a la suya.

Cuando tocamos ese tema generalmente llora y me quedo con la sensación de que no es feliz, que no disfruta su momento, ni sus estudios ni sus actividades fuera de la escuela.

A veces pienso que nosotros como papás le fuimos formando así su carácter, con demasiadas actividades y ahora ella no sabe cómo relacionarse con los de su edad. Me preocupa y no sé cómo ayudarla. Le envío muchos saludos, 

Rosy

ESTIMADA ROSY:
El ser humano es social por naturaleza, las relaciones son necesarias para el bienestar de todas las personas. Pero aquí hay un punto importante: la adolescencia es en sí una etapa llena de cosas muy especiales, con características únicas, pues es cuando se está en busca de una identidad.

Las relaciones y las amistades son fundamentales para el desarrollo personal de cada uno y llegan a tener influencia en el desarrollo de la autoestima y en la autoconfianza. Y para que eso suceda, indiscutiblemente debe de haber una red de amigos que irá ayudando a forjar la personalidad.

Comentas que tu hija no tiene dificultad para relacionarse, pero hasta ahora no ha encontrado a su grupo de amigos que la hagan sentirse satisfecha, con sus mismos gustos.

Cabe aclara que no es necesario que una persona tenga muchos amigos y que sea feliz a su lado. No creo que sea buena idea forzarla o presionarla a que actúe como los demás, al contrario, en una sociedad en la que la juventud actual está cada vez más confundida y desorientada, contar con una hija que ha madurado y prefiere esperar a tener amigos, 

ANA