ESTIMADA ANA:
Siendo apenas un niño mis papás se divorciaron. Nunca supe los motivos, aunque mi mamá se encargó de toda la vida decirnos que él andaba de mujeriego y que se había cansado de estarle aguantando todas sus tonterías, que se hartó de que le viera la cara de tonta a todas horas.

 Mis hermanos y yo, en plena infancia, pues simplemente la escuchábamos. Ahora todos estamos casados, -aparentemente- hemos madurado y hace algunos años para acá volvimos a verlo.

 Mi mamá nunca se casó, pero nos enteramos que mi papá sí. Él ya tiene otra mujer y viven solos, nunca tuvieron hijos. Cuando la conocimos, se portó muy distante, con ciertas reservas y supusimos que era porque apenas nos estaba conociendo y que no sabía cómo reaccionaríamos. 

Pasaron los meses y las cosas no han cambiado pues las veces que los hemos visitado, se tratan y se hablan muy mal, son muy violentos entre sí y hasta han llegado a golpearse, según las propias palabras de mi papá.

 Como le decía, ya soy un hombre casado y tengo mi propia familia y no me gusta meterme en sus problemas, pero cada vez que estamos con ellos es igual, se porta ya no solo seria, sino que ahora es grosera y mal educada conmigo, con mi familia y con mis hermanos también. 

Obviamente cuando le platicamos a mi mamá, ella nos reclamó, que no teníamos necesidad de estarla aguantando, pero nosotros hacemos por mi papá.

Últimamente no hemos ido, pues quisimos dejar pasar algunos días mientras solucionan sus problemas y lo menos que queremos es ser el motivo de un pleito más entre ellos.

 Y es que tenemos entendido que ella se molesta porque mi papá nos ha ayudado económicamente en los últimos años, de vez en cuando nos hace algún buen regalo o nos da dinero en efectivo cuando hace algún negocio que le dejó buenas ganancias.

 Eso es lo que le molesta, no quiere que comparta ni que gaste dinero en nosotros, que aunque ya estamos casados, él lo hace para ayudarnos en lo que necesitemos. Y la verdad es que aunque tenemos buenos trabajos, no nos cae mal un dinerito extra. 

Mis hermanos y yo hemos platicado ya del tema y optamos por retirarnos un poco, pero tampoco se nos hace justo que por un berrinche de ella, dejemos de verlo, ¿no cree? 

Gilberto.
 
ESTIMADO GILBERTO:
Es casi una garantía que cuando se da una situación como la de ustedes existan desacuerdos con la nueva pareja y más si hay dinero de por medio. 

Siempre las cuestiones de tipo económico, herencias, testamentos y todos esos temas, son motivo de pleitos, discusiones, envidias y separaciones. Lo único que les queda como hijos es hablar con su papá y decirle que no puede estar permitiendo que su esposa se enoje con él porque quiere ayudarlos económicamente, que es algo que él quiere hacer, por su propia voluntad.

 Suena fácil, pero tendría que hacerlo y así evitar más pleitos, si es que en realidad ese es el motivo. Ahora bien, si quieren que su papá ya no se meta en líos por su culpa, ustedes podrían decirle que si eso le está provocando problemas, simplemente les deje de dar dinero. 

ANA