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No al silencio
La libertad de expresión no existe en México.
Ahí está como evidencia, por si todavía existían dudas, el asesinato de Javier Valdez en Culiacán.
Su muerte cimbró a los periodistas y a la sociedad en general porque demuestra que no puede ejercerse la libertad de expresión, esencial para la existencia misma de la democracia, cuando la impunidad no ha castigado a ningún asesino de periodistas.
En 2016 mataron a 11 periodistas, casi uno por mes. La impunidad mata a la libertad de expresión.
Si mataron a Javier, cabeza visible del periodismo valiente que necesita Sinaloa, qué podrán hacer otros ciudadanos, periodistas o no, para no ser blancos de la violencia sostenida por la impunidad.
En recuerdo de Javier Valdez y de otros colegas víctimas del terror, VANGUARDIA ha decido escuchar los mensajes del miedo y la zozobra, pero oírlos no implica obedecerlos.
Lo escribió el propio periodista sinaloense hace unos días, a propósito del crimen de Miroslava Breach: “No al silencio”.
Su convicción la hacemos nuestra: No al silencio.