Denuncian abusos al interior del penal femenil de Saltillo

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Denuncian abusos al interior del penal femenil de Saltillo

Señalan. En el penal se obligan a las reclusas a comprar y consumir lo que se vende en sus locales. Foto: Archivo
Visitantes del penal denunciaron los abusos a los que son sometidos por parte de las guardias, ya que no les permiten ingresar alimentos y artículos de higiene personal
El negocio es propiedad de la jefa de seguridad, esto es un negocio personal”.
Tania Flores, afectada.

Un grupo de visitantes que acuden cada semana al Centro de Readaptación Social Femenil de Saltillo denunciaron los abusos a los que son sometidos por parte de las guardias, ya que no les permiten ingresar alimentos y artículos de higiene personal.

Aseguran que toda la población está obligada a consumir lo que está en venta en un minisúper, que presuntamente pertenece a la jefa de seguridad penitenciaria, Cecilia Álvarez, y los precios son exagerados.

Tania Flores, originaria de Monclova, reveló que cada sábado se presenta al Cereso con la finalidad de visitar a su hermana por lo que requiere jabón para cabello, toallas sanitarias y en ocasiones ropa íntima.

Acusa que es la segunda ocasión que es rechazada en su acceso porque el encargado le informó que por órdenes de la directora se les prohíbe ingresar botes de aguas purificadas y otros artículos.

Varios de los visitantes se molestaron porque no existe ni un reglamento o anuncio impreso que restringa el ingreso de los artículos, por lo que solicitaron hablar con la superioridad para conocer las causas y nadie la recibió.

Refiere que varios de los celadores abrieron sus botellas de aguas para tirarlas y el resto de los artículos se los quitaron pero no le fueron regresados.

Ya en el interior del Cereso de manera obligatoria se vio en la necesidad de comprar la única botella de agua que tenía en venta en la cantidad de 40 pesos, una crema anti arrugas cuyo costo asciende a los 110 pesos.

“Estoy de acuerdo que tengan un estanquillo, que sea para el beneficios de las reclusas, pero el negocio es propiedad de la jefa de seguridad, esto es un negocio personal, no podemos meter los que necesitan, yo lo que pido es dialogar con la directora” dijo muy molesta Tania.

Al cuestionársele lo que tiene previsto realizar, respondió es interponer una queja ante la comisión de los derechos humanos, o a la CES ya no llevar sus propios productos se puede efectuar.

También se mostró inconforme porque algunas reclusas les dan privilegios de pasar a la población, paquetes de ropa, despensas, entre otros objetos.