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Abstencionismo, fenómeno que pega a Coahuila
Históricamente el abstencionismo ha opacado la democracia en Coahuila. En las últimas cinco elecciones del estado, alrededor de la mitad de la población, y a veces más, se ha negado a participar en la designación de sus gobernantes.
Durante el año 2015, la apatía ciudadana colocó a Coahuila entre los 10 estados con menos actividad en las urnas, por debajo del 50 por ciento. El abstencionismo se ubicó en el 53.13 por ciento, pues de la lista nominal de dos millones de ciudadanos con derecho a voto, sólo lo hicieron 896 mil 350 coahuilenses.
Hace casi 30 años, Coahuila ocupó el primer lugar en México como el estado con mayor nivel de abstención registrando el 62.11 por ciento de ausencia durante las elecciones presidenciales de 1988, en cifras del IFE.
Pero a la participación marginal de los coahuilenses hay que sumar la votación nula. Durante las pasadas elecciones a gobernador los 27 mil 58 votos nulos superaron los sufragios de cada uno de los partidos PRD y PT, colocando a este tipo de voto en la tercer “fuerza electoral”..
ABSTENCIONISMO
Abstencionismo y votos nulos han sido denominados uno de los mayores retos para los regímenes democráticos (ambos temas aterrizados en México fueron motivo de estudio de los investigadores Bruno Lutz Bachére y Alejandro Espinoza Jaramillo, de la Universidad del Estado de México y que les valió una publicación del artículo en una revista académica).
El abstencionismo engloba a toda aquella persona que a pesar de reunir los requisitos para pertenecer a la lista nominal, -ser mayor de 18 años y contar con credencial de elector- pero que no cumpla con la obligación de votar en las elecciones; es una conducta de libertad en la que se decide a votar o no hacerlo. Los niveles de abstención se calculan con la diferencia entre el número de ciudadanos inscritos en la lista nominal y el número de sufragios realizados.
En Coahuila el nivel de abstención bajó de una elección de Gobernador a otra (2005 a 2011), aunque en ambas permaneció la constante de que mínimo 500 mil ciudadanos se abstuvieron de votar, revelan datos concentrados en la plataforma de transparencia del Instituto Electoral de Coahuila.
En las elecciones del 2005 el abstencionismo se ubicó en el 47.16 por ciento del electorado; seis años después con una lista nominal conformada por más personas, el abstencionismo bajó hasta el 35.17 por ciento, a pesar del cambio poco más 651 mil ciudadanos se negaron a manifestar una preferencia en las casillas, es como si todos los votantes actuales del estado de entre 18 y 30 años no hubieran salido de sus casas.
Los ciudadanos parecen encontrar mayor motivación para votar en elecciones presidenciales y por gubernaturas que en los ejercicios de elección de alcaldes y diputados. Las elecciones del 2015 marcaron el récord de menor participación en los últimos 23 años, en estas elecciones donde Coahuila (con 44.87 por ciento) integró el top 10 de los estados con menos interés del electorado, cuando se eligieron Diputados Federales.
¿Cuánto nos costó el abstencionismo del 2015? De acuerdo al análisis del movimiento “Sin voto no hay Dinero”, se desperdiciaron 52 millones 141 mil 276 pesos, lo equivalente al presupuesto destinado para personas con discapacidad en el Estado durante tres años o seis veces el presupuesto destinado al apoyo para migrantes en un año.
Esta cifra calculada en la bolsa que se reparten los partidos políticos multiplicando el número de miembros del padrón electoral y un porcentaje de la Unidad de Medida y Actualización marcada por los mismos da una tasa de 47.76 pesos por elector.
SALTILLO, REY DEL VOTO NULO
En las últimas tres elecciones estatales, Saltillo encabezó el número de votos nulos. Aunque no se puede precisar si éstos fueron producto de un error en la boleta o por parte de la organización de un sector de la población, la presencia de boletas anuladas registró un nuevo récord el año antepasado en Coahuila.
De acuerdo con el artículo 230 del Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales se considera voto nulo cuando se emite de forma distinta a marcar una recuadro de partido o coalición, éstos son contados por aparte.
En el año 2015, Coahuila registró el mayor índice de votación nula con 29 mil 789 casos, muy por encima de los votos reunidos por los partidos Encuentro Social, Partido de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano, Partido Humanista y Partido del Trabajo. La elección estatal anterior, la del 2013, en la que se eligieron cambios en ayuntamientos sumaron 27 mil 296 anulaciones.
Torreón y Saltillo se alternaron la mayoría de votos nulos durante las dos elecciones pasadas a Gobernador. En el 2005 Torreón concentró 5 mil 529 votos nulos, pero la cifra fue superada en la siguiente elección, en 2011 Saltillo sumó 8 mil 417 votos anulados encabezando esta categoría, seguido por Torreón con 6 mil y Monclova también se unió a la “causa” con 2 mil 525 sufragios de este tipo.
La variación de votos nulos entre elecciones del Estado únicamente registró una disminución durante la elección de ayuntamientos del 2009, a partir de esa fecha las votaciones comenzaron a registrar un incremento de votos inválidos entre la población.
Así es como en una diferencia de tres años, entre 2009 y 2011, la votación nula casi se dobló en números, durante la elección siguiente se mantuvo casi igual -- aumentó menos del 1%- pero dos años más tarde, durante el 2015, sobrevino uno de los mayores niveles de abstencionismo registrado en la historia del estado.
Para este domingo Coahuila registró el mayor número de inscritos en la lista nominal de acuerdo a su historia (2.64 millones), por lo que cambiar el récord de abstención registrado durante el 2015 solo queda en manos de los ciudadanos.
Las autoridades electorales han hecho ya todo lo necesario para garantizarnos el ejercicio del derecho.
Tras las campañas de dos meses, ¿cómo llegan hoy los candidatos? ¿Qué batallas siguen? Como nunca antes, el destino político de Coahuila está en tus manos...