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Muerte del "Califa" y siguiente fase de ISIS
Moscú lo informó hace un mes. El Pentágono se negó a confirmarlo entonces, y tampoco lo confirma ahora. Esta vez, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirma que el deceso es un hecho. ISIS ha perdido a su líder, Abu Bakr al-Bagdadi. En caso de ser cierto, esto sólo se sumaría a las complicaciones que la organización vive. Mosul, la segunda ciudad iraquí, ha sido ya recuperada por Bagdad con el apoyo de Washington. Raqqa, la autodenominada "capital" del "califato", también está por caer. Sin embargo, es difícil pensar que este momento toma por sorpresa a ISIS. Así que el balance debe incluir tanto la valoración de lo que ISIS está perdiendo, como la valoración de la red que sigue operando.
Hablemos de los golpes. ISIS se presenta ante los seguidores de la jihad, como una organización que, a diferencia de Al Qaeda, sí cumplía. Había un "Estado" con territorio, con gobierno, con población, con burocracia. Estos atributos conferían a ISIS no solo un enorme poder para atraer combatientes a sus filas e inspirar seguidores, sino también una gran capacidad para abastecerse de recursos, traficar con petróleo, personas, drogas y otros productos ilícitos. Todo eso ahora cambia. Ya no hay territorio, ni población qué gobernar, ni burocracia. Posiblemente tampoco viva ya el Califa. La idea misma del "Estado Islámico" ha sido vulnerada en su corazón. Además, habrá que ver si se producen conflictos internos, deserciones o escisiones.
Dicho lo anterior, sin embargo, hay que considerar que no se trata de una etapa que era imprevista por la organización. ISIS había atacado lo mismo intereses rusos que estadounidenses, lo mismos intereses iraníes que saudíes, lo mismo a turcos que a kurdos, lo mismo a Assad que a los rebeldes. Era ISIS contra todos. Y, por tanto, eran todos contra ISIS. Así que el final de la historia de sus conquistas era conocido. Entonces, ¿qué es lo que ISIS hizo durante estos años, en previsión a la nueva etapa que, claramente, iba a vivir?
Lo primero fue arrebatar a Al Qaeda el liderazgo de la jihad global. Decenas de miles de militantes y adherentes se movieron de bando. Sacando jugo de su poder y proyección, y empleando su enorme capacidad en el manejo de las nuevas tecnologías de comunicación, ISIS aprovechó sus años de "vacas gordas" para expandirse. Considere que hacia 2011, eso que hoy se llama ISIS, era una agrupación perteneciente a Al Qaeda, consistente de algunos cientos de combatientes cuyas operaciones se limitaban a Irak. Hoy en cambio, ISIS cuenta con una compleja red que opera en 28 países. Esta red, sólo desde el 28 de mayo —fecha en que Moscú afirma haber liquidado a Bagdadi— al 12 de julio, ha conseguido cometer más de 50 atentados, a través de sus distintos brazos.
Eso nos da un panorama de la fase a la que esa agrupación islámica está entrando: una fase en la que su poder material disminuye considerablemente, pero en la que su red seguirá obrando a través de las diversas ramas e instrumentos que ha desarrollado. Pensando en el futuro de la jihad, quizás algunos combatientes o mandos, decidan reconciliarse con Al Qaeda. Es probable que, en el corto plazo, el monto de atentados se vea disminuido. Al final, sin embargo, mientras no se les combata mediante estrategias más integrales y colaborativas, combinando instrumentos locales con instrumentos globales, organizaciones como Al Qaeda en su momento, y ahora ISIS, terminan encontrando espacios para seguir funcionando, para recuperarse y continuar adquiriendo fuerza. La lucha, desde su perspectiva, no está en el corto, sino en el largo plazo.
Twitter: @maurimm