Quien anda en la legua debe andarla. Todos somos viajeros de la vida, pero yo soy además viajero de la legua. En el camino, a más de mucha gente buena, encuentro muchos buenos decires que apunto con paciencia de benedictino y luego saco aquí.

Voy a decirte dónde anduve en estos días pasados: fui a Toluca, a Durango y a Mérida. En esta última ciudad encontré un curioso librito con refranes que no creo haber registrado antes. Éstos son:

- Yo sirvo para tinaja, mas no para tapadera.
 Lo dice quien se niega a ser alcahuete o encubridor de las maldades de otro.

 - ¿Y luego con qué la tapo?
Expresión de hombre pobre que no tiene para casarse y mantener a la esposa.

- Más corre ventura que caballo ni mula.
La buena suerte puede acabar pronto.

-  Los amigos son bienes muebles; los enemigos son bienes raíces.
Esto quiere decir que las amistades pueden mudarse; pero las malquerencias duran para siempre.

-  Para librarse de lazos, antes cabeza que brazos.
Equivale a: “Más vale maña que fuerza”.

- Una cosa es ser tambor y otra es ser tamborilero.
No es lo mismo sufrir penas que causarlas.

- Más vale tierra en cuerpo que cuerpo en tierra.
Este refrán lo usa quien es poco amigo del baño. Es otro modo de decir aquello de: “La corteza guarda el palo”; “De limpios y tragones están llenos los panteones”, “Más vale oler a unto que a difunto”, o: “Es mejor que digan: ‘Ahí va el puerco de Juan’, y no que digan: ‘Ahí va el cuerpo de Juan’”.

- “Más mató la cena que curó Avicena”.
Este Avicena fue un médico árabe famoso. El refrán previene contra     los peligros de cenar mucho.

- Quieres hacer trago y buche.
Se le dice al que quiere repicar y andar en la procesión, chiflar y tragar pinole, mamar y dar topes.

- Nomás cuando truena te acuerdas de Santa Bárbara.
Santa Bárbara protege contra los peligros del rayo (“Santa Bárbara doncella; líbrame de una centella; que no me caiga a mí, que le caiga a ella). El dicho se aplica a quien acude  a alguien sólo en caso de necesidad.

- Vísperas de mucho y día de nada.
Se dice de la mujer coqueta que nada más provoca al varón sin otorgarle finalmente sus favores.