Con el mes de septiembre inicia oficialmente, además del mes patrio, la temporada de otoño con la que se comienzan a estrenar también algunas de las películas consideradas para Oscar y otros premios más.
 
En México, en vista de que nuestras premiaciones más importantes para lo mejor del cine como las Diosas de Plata y los Arieles están desfasadas de las temporadas de premios como los Globos de Oro; los Goya de España; los BAFTA de Inglaterra; los César de Francia o los mismos Oscar, lo que sí tenemos en común en estas fechas con Academias de Cine de otros países es que cada una de ellas tiene que seleccionar por estos días tras una consecuente votación  la que la represente en categorías como la de Mejor Película Extranjera para los premios Oscar y Mejor Película Iberoamericana para los premios Goya.
 
En ese contexto, en días pasados la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) dio a conocer las películas nacionales para participar en esas dos últimas premiaciones y entre ellas destacan, malo fuera que no, algunas premiadas o nominadas recientemente con Arieles, ganadoras en festivales internacionales o estrenadas en fechas recientes en pantallas del país como lo son “Almacenados”, de Jack Zagha; “Bellas de noche”, de María José Cuevas; “La calle de la amargura”, de Arturo Ripstein; “La región salvaje”, de Amat Escalante; “Las hijas de Abril”, de Michel Franco; “Purasangre”, de Noé Santillán-López y “Tempestad”, de Tatiana Huezo, entre otras más.

Entre esas otras películas inscritas está una película ganadora de un Ariel en la más reciente entrega a lo mejor en cine del año pasado, el de Revelación Femenina para María Evoli por “Tenemos la carne”, ópera prima del cineasta Emiliano Rocha Minter y que desde inicios del mes pasado puede encontrarse para su renta en la plataforma Cinépolis Klic, por lo cual es nuestra recomendación de cine en casa de este fin de semana en caso, por un lado, de que sea un espectador de amplio criterio así como una persona de mente abierta y dispuesto a apreciar y no dejarse llevar por lo que le platiquen de propuestas alternas al ahora sí que nuevo cine mexicano del siglo XXI.
 
¿Por qué? Porque aunque “Tenemos la carne” sugiera con su título otra cinta relacionada al canibalismo como la reciente “Voraz” (Julia Ducournau, 2016) o la también mexicana “Somos lo que hay” (Jorge Michel Grau, 2010), entre otras, más bien es una bizarra variante de “El Pescador de Ilusiones” (Terry Gilliam, 1991) con otra ópera prima del “nuevo cine mexicano” de este nuevo milenio como lo fue “Daniel y Ana” (Michel Franco, 2009) porque cuenta la historia de un desamparado en un ambiente apocalíptico de nombre Mariano (Noé Hernández) quien luego de pasar tiempo solo viviendo en unas ruinas recibe la visita de dos hermanos, Fauna y Lucio (María Evoli y Diego Gamaliel) quienes le piden al hombre les dé asilo en su refugio.
 
Mariano responde a esa petición con una contrapropuesta muy peculiar y que hace esta película fuera de lo común, de esas que o gustan o se odian, pero que indudablemente por su estética y su fuerte pero muy realista temática no por nada es de las más sobresalientes del cine mexicano del último año y que vale la pena apreciarse, como este caso, en la plataforma que sea la más accesible.
 
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