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La causa de tu sobrepeso puede ser consecuencia de la hora a la que duermes
Adultos y adolescentes que se quedan despiertos hasta tarde, durante la semana, probablemente aumenten más peso con el tiempo que los que se van temprano a la cama. Y tratando de recuperar el sueño los fines de semana, o por dormir más en ellos, no va a cambiar la trayectoria, según una nueva investigación de la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad de Columbia, que unían el índice de masa del cuerpo y el sueño.
Los investigadores estudiaron a más de 3.300 jóvenes y adultos, que habían participado en un período de 15 años en el 'Estudio Nacional Longitudinal de Salud Adolescente', y del conjunto de datos sacaron la conclusión de que el sueño perdido se traduce directamente en mayor peso ganado. En concreto, cada hora supone 2,1 puntos superior en el índice de masa corporal (IMC), en el transcurso de unos cinco años.
El índice de masa corporal utiliza la altura y el peso de un individuo para determinar si la persona tiene sobrepeso u obesidad. El rango normal es de 18.5 a 24.9. Un IMC de 25 o superior es considerado sobrepeso; mientras que 30 o por encima se considera obesidad.
Los resultados se publican en la revista 'Sleep'. Los investigadores concluyeron que "los resultados ponen de manifiesto que la hora de dormir debe ser un objetivo potencial para el control de peso durante la adolescencia y durante la transición a la edad adulta".
Dijeron que el ejercicio, el tiempo de pantalla (incluyendo teléfonos celulares, televisores y computadoras), y el número de horas dormidas no compensan el impacto que las últimas horas tienen en el IMC.
"Estos resultados ponen de manifiesto que la hora de dormir en los adolescentes, no sólo el tiempo total de sueño, tiene que ser un objetivo potencial para el control de peso durante la transición a la edad adulta", dijo Lauren Asarnow, autora principal del estudio, y estudiante de doctorado en la 'Clínica Oso dorado de Investigación del Estado de Ánimo y del Sueño', de la Universidad de Berkeley, en una declaración escrita.
De acuerdo a material de referencia para el estudio, muchos adolescentes no están durmiendo las nueve horas que se recomienda cada noche. Como consecuencia, muchos de ellos están cansados y / o con sueño en la escuela. "El ritmo 'circadiano' humano, que regula las funciones fisiológicas y metabólicas, por lo general cambia a un ciclo de sueño más prolongado en el inicio de la pubertad", dijo el comunicado.
"Los resultados del estudio sugieren que los adolescentes que van a la cama más temprano pondrán su peso en un curso más saludable a medida que van avanzando a la edad adulta", dijo Asarnow.
El 'Informe Mundial de la Naturaleza' citó un artículo de la 'Fundación Nacional del Sueño', en el cual indicaba que "los adolescentes tienden a tener patrones de sueño irregulares durante toda la semana; suelen quedarse hasta tarde, e irse a dormir a altas horas, los fines de semana, lo que puede afectar a sus relojes biológicos y se lastima la calidad de su sueño". Señaló que muchos adolescentes "sufren de trastornos del sueño tratables, como la narcolepsia, insomnio, síndrome de piernas inquietas, o apnea del sueño".
El sueño impacta en los cerebros y las vidas en diferentes edades. Por ejemplo, en el libro del Dr. Kenneth S. Kosik y Alisa Bowman, "Outsmarting, Alzheimer's", en el 'Reader's Digest', reseñaron que "sólo tres libras del cerebro consume el 20 por ciento de la energía del cuerpo. Como cualquier gran consumidor, el cerebro arroja residuos tóxicos como crear pensamientos, recuerdos, e instrucciones químicas. Uno de estos productos de desecho es la 'proteína amiloide' que pensamos que contribuye a la enfermedad de Alzheimer".
"Se necesita una cantidad adecuada de sueño para eliminar eso, y los que se cortan esa cantidad a sí mismos pueden ser más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer", dijeron los doctores.
Concluyeron que con la falta de sueño, el cerebro se encoge y la gente es más propensa a errores, también.