Mirador 04/10/17

Usted está aquí

Mirador 04/10/17

Lo que en seguida voy a relatar parece inverosímil, pero sucedió. Muchas cosas que parecen inverosímiles suceden, y en cambio otras perfectamente creíbles no suceden nunca.

Había una copa de cristal que sonaba con timbre de campana cuando alguien la golpeaba con una cucharilla. Su voz era tan fuerte que si la dejaba salir en toda su potencia los prismas del candil se sacudían como agitados por el viento.

Sucedió que en cierta ocasión la copa lanzó un re sobreagudo de tal manera vibrante que rompió un tenor. Jamás hasta donde sé había pasado algo semejante. La cosa era al revés: eran los tenores quienes movían candiles y rompían copas con su voz.

Nadie ha vuelto a saber de aquella copa. La desgracia del tenor roto la hizo retirarse de la escena. Pero me dicen que anda por ahí.

Recomiendo precaución a los tenores. No rompan copas con su voz. Se expondrían a la venganza de la copa.

¡Hasta mañana!...