CDMX.- La elección del 2018 será la más grande en la historia de México, no sólo en cifras y por el reto que representa en organización para los órganos electorales, sino por lo que está en juego: la estabilidad económica y social del país, afirmó Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).

De esta situación no sólo es consciente el INE, apuntó, sino el Banco de México, cuyo titular, Agustín Carstens, les ha insistido en el problema económico que representaría para el país que el lunes 2 de julio próximo no haya garantías de gobernabilidad o legitimidad.

“Carstens nos advirtió: ‘si las elecciones salen mal, al otro día el problema político y de gobernabilidad no es tan importante como el problema económico en el que nos metemos’. 

“Vamos a tener un problema político, sí, pero éste habrá detonado un problema social, un problema de paz pública, que nos va a colocar en una de las peores situaciones de nuestra historia. A nadie le conviene que las elecciones salgan mal”, explicó Córdova la noche del martes en una reunión con periodistas en la Ciudad de México, entre los que había personal de la redacción de VANGUARDIA.

El INE lo tiene claro: el peor escenario tras la jornada electoral del próximo año es que haya desconfianza ciudadana de los resultados. Y el reto se incrementa “considerando los tiempos que se viven de desconfianza y descrédito de las instituciones”, reconoció Córdova.

Primer objetivo: tener capacidad de convocatoria
La elección del próximo año no tiene precedente: tres mil 406 cargos en juego -sin considerar todos los de los ayuntamientos, sólo presidentes municipales-, mil 207 más que la mayor hasta la fecha, la de 2015 (dos mil 179).

Concurrencia en 30 entidades federativas -sólo Baja California y Nayarit están exentos-, es decir, que se elegirán además de los tres cargos federales (Presidente, diputados y senadores) otros puestos de índole local. En la Ciudad de México, por ejemplo, los ciudadanos recibirán seis boletas.

Y un padrón electoral aproximado a los 88 millones de posibles votantes (nueve millones más que en la presidencial de 2012), para los que se requieren instalar 156 mil casillas, ocho mil más que las de 2015.

“El principal desafío del INE es la capacidad de convocatoria. Para instalar esa cantidad de casillas, vamos a necesitar casi un millón 400 mil ciudadanos capacitados que hayan aceptado y que tengan su nombramiento como propietarios o suplentes. En 2015 necesitamos un millón 200 mil ciudadanos. 

“Si el INE no logra ganarse la confianza de la ciudadanía, en tiempos de desconfianza y descrédito, que se apoye esta convocatoria, no va a haber elección”, sentenció el presidente del Instituto.

Córdova detalló el problema de logística: tras realizar un sorteo entre los 88 millones de ciudadanos del padrón, en sólo dos meses deben visitar a 11 millones y medio de personas en sus domicilios.

“Un trabajo de campo, tocar puertas, notificar, convencer, que no realiza ni el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) cuando levanta un censo, porque lo hace en un año y hacen visitas por casas, no a ciudadanos”, resaltó.

Y es que, apuntó, “cuando se dice que en México las elecciones las hacen los ciudadanos, no se trata de una metáfora, el INE es un facilitador para ese millón 400 mil ciudadanos, por ello requerimos de empatía. En 2015, por la crispación social, corrimos el riesgo de que a nuestro personal le cerraran la puerta y mentaran la madre en estados como Veracruz”.

Hacer atractivos los debates, otra prioridad
El presidente del INE destacó que el proceso del próximo año será novedoso en varios aspectos. De entrada, porque la mitad de estados  empleará por primera vez el modelo de “casilla única”, la cual facilita el sufragio al ciudadano, pero complica la operación a los funcionario electorales.

Consiste en que en lugar de dos casillas (una para votar los cargos federales y otra para los locales, como se hacía antes), las personas sólo tengan que acudir a una.

Y como ello, que por primera vez exista la figura de candidaturas independientes para la Presidencia y el Senado. 

En ese sentido, cuestionado sobre si vislumbra un debate por la Presidencia con 30 o 40 contendientes (por los 48 aspirantes a una candidatura independiente que están en el proceso de recabar firmas), Córdova recordó que ya en el año 2000 se seccionaron, pues en algunos se incluyeron sólo a los tres más fuertes: PRI, PAN y PRD, según encuestas, y en otros a más.

Sobre los debates, comentó que “estamos en la lógica de maximizarlos y flexibilizarlos (…) vamos por tres debates, las reglas las vamos a fijar antes de que haya candidatos, antes se pactaban con ellos. Vamos a definir las reglas y los moderadores, queremos que cada quien utilice el tiempo como mejor le convenga -y no con límites preestablecidos-, para darles mayor atractivo”.

El objetivo, agregó, es captar el interés de la ciudadanía, y para ello lanzó un llamado a los medios de comunicación.

“Para nosotros es fundamental una alianza con los medios, no de complicidad. Ponerles la información y confiar en que van a ser los mejores difusores para tratar de generar confianza de la ciudadanía”, manifestó Córdova.

Facebook, vacío sin resolver
Pese a la experiencia de Coahuila y el Estado de México, donde los registros que presentó el INE de gastos de promoción de candidatos y partidos en Facebook fueron rechazados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para el proceso de 2018 no hay un panorama claro de qué ocurrirá con la fiscalización de esta red social. 

“Pedimos colaboración de Facebook, nos la dieron, pero el problema es que el Tribunal nos pidió que nos dieran el dinero depositado durante la campaña. Facebook recibe dinero por periodos que no se ajustan a esto.

“¿Cómo vamos a lograr reportes acordes a los que el Tribunal nos pide, siendo una instancia transnacional, códigos de derecho totalmente distintos? Lo vamos a tener que resolver”, reconoció Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).

La dimensión del desafío
Organizacional
-Más cargos en juego de la historia: 3,406
-La mayor concurrencia: 30 estados renuevan puestos locales (sólo BC y Nayarit no)
-El padrón más grande: 88 millones de potenciales votantes, 9 millones más que en 2012
-Una cantidad sin precedente de casillas: 156,099
-Y una histórica labor ciudadana (y de convencimiento): un millón 400 mil funcionarios de casilla

Fiscalización
-Asignación de tiempos de radio y televisión: 2,288 órdenes de transmisión y 48,522,240 promocionales pautados
-Recursos políticos de los partidos: 60,960 informes de precampaña y 73,298 de campaña; 134,258 totales

Participación esperada
66% la más alta para una elección presidencial

Costo del voto
260 pesos reales por elector, aproximadamente