Café Montaigne 46

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Se cumplen 70 años de la publicación de ‘El Diario de Ana Frank’, la niña de 13 años que vivió escondida de los nazis junto a otros judíos en ‘La casa de atrás’

Aunque próximamente le dedicaré al menos tres columnas a la vida y la obra, su única obra, “El Diario de Ana Frank” (1929-1945, niña-adolescente emblema del holocausto judío y víctima de la Segunda Guerra Mundial), hoy es obligado hacerlo por lo siguiente: se cumplen 70 años de la publicación del “Diario” de la niña de 13 años, encerrada dos (junto con su familia y otros judíos) en lo que ella bautizó como “La casa de atrás”, con miras a no ser detenidos por los nazis y ser liquidados. Al cumplir 15 años y luego de dos de encierro, fueron encontrados (¿delatados?) por los servicios de inteligencia nazis y enviados a campos de concentración. Allí moriría toda la familia Frank, sólo se salvó el padre, Otto Frank, al cual le debemos la publicación. Setenta años de su edición que, como siempre, ha pasado de noche en Coahuila, donde la ignorancia es el blasón de las autoridades de “cultura”, encabezadas por la lagunera Ana Sofía García Camil. Nada nuevo en seis años, disponiendo de generoso presupuesto. Hago votos para que siga al frente de cultura por seis años más. Luego, ¿de qué viviría? 

Tengo dos o tres ediciones del “Diario”, tal vez la más completa, con una guía de estudio y notas preparada por editorial Random House Mondadori (Barcelona) en traducción de Diego J. Puls. Y es que, usted lo sabe, al día de hoy hay tres versiones de dicho diario: una versión “A”, la que circuló por años, pero ésta fue armada por mano del padre de Ana, Otto, quien editó dicho material. Es decir, suprimió aquellos pasajes donde la infanta Ana recelaba de su madre, con la cual no tenía una buena relación debido a su periodo de entrada a la adolescencia; también fueron eliminados párrafos donde descubría su cuerpo y a la par, el nacimiento del deseo, del sexo y del amor. Esta versión circuló por años. Hacia los años 80 del siglo pasado, salió a la luz pública otra versión, donde se incorporaban dichos párrafos censurados por el padre. Hay también partes reescritas por la misma Ana Frank, quien, en su momento, pensaba ya seriamente en que, de salir vivos del exterminio, publicaría el “Diario” como libro.

Una tercera versión, una versión “C” contiene fragmentos que se han ido incorporando debido a hallazgos de papales sueltos, notas o, de plano, como en 1998, aparecieron cinco páginas del diario, desconocidas hasta ese momento. La edición que tengo y de la cual le he escrito arriba la ficha es la auspiciada por la “Anne Frank Fonds (AFF)”, fundada por Otto Frank, quien murió en 1988. Y es importante la edición, por lo arriba escrito también: tener la edición completa y sin mutilar del diario. 

ESQUINA-BAJAN
En cualquier puesto de revistas bien surtido usted puede encontrar una revista editada por Televisa, quien cuando quiere hace cosas muy bien pulidas y presentadas. La edición es bajo el patrocinio de su revista, donde los protagonistas son la sociedad del espectáculo, la revista “Caras”, la cual hoy presenta una estupenda revista/libro dedicado a Ana Frank, con más de 125 páginas de textos y fotografías espléndidamente bien editadas. Sin duda, una revista/libro de colección. De hecho, muchas de las fotografías que aquí se publican jamás las había visto. Proceden de la “Anne Frank House” de Ámsterdam y de Getty Images. 

Usted lo sabe: invadida Holanda por las tropas nazis, la familia de origen judío y de Alemania, los Frank, comerciantes en su origen, quienes huían ya de la masacre, se establecen en Ámsterdam. Donde no tardarían en ser alcanzados por la barbarie. En el edificio donde el padre de Ana Frank, Otto, tenía sus oficinas, éste habilita la parte trasera como escondite para salvarse de la Gestapo. Ocho personas en total estuvieron encerradas en la “Casa de atrás” de junio de 1942 a agosto de 1944. En este espacio claustrofóbico, miserable y precario, comiendo alimentos podridos y respirando aires malsanos, una niña de 13 años recibe como regalo de cumpleaños un diario de tapas rojas y blancas el cual se convertiría en un testimonio de coraje, una vocación de vida, un reflejo fiel de los horrores de la Segunda Guerra Mundial; pero también, la introspección, ideas, avatares y vocación de una niña/adolescente  obligada a madurar de una manera ruda y brutal.  

“Sé que soy una mujer. Una mujer con fuerza interior y un montón de coraje”, reza en una de sus entradas el diario. Este tipo de palabras y discurso de esperanza y libertad se lee en muchas de sus páginas… sólo para encontrarnos en sus siguientes entradas y días, con textos descorazonadores donde abundan los duelos y quebrantos, los problemas, la amargura como termómetro y al final, la negrura de la noche. Una noche eterna. Escribe Ana Frank: “Porque en su base más profunda, la juventud es más solitaria que la vejez”. Dice ella, que leyó dicha frase en algún lado, pero bajo su reescritura la línea duele en el alma. Y lo anterior es lo que pasa en Coahuila: los suicidios de jóvenes quienes no ven futuro ni esperanza. 

LETRAS MINÚSCULAS
“A los jóvenes nos resulta doblemente difícil conservar nuestras opiniones en unos tiempos en que se destruye y aplasta cualquier idealismo…”. Ana Frank.