ESTIMADA ANA:

A mis 22 años ya tengo dos niños, de tres y un año, mi esposo y yo tenemos cuatro de casados y él es mayor que yo casi 10 años años.

Sucede que ahora mismo estoy tratando de terminar mi carrera en línea, por obvias razones no trabajo, dependo totalmente de él. Además, él no me deja que busque un empleo porque no quiere que los niños estén en guardería, quiere que sea yo quien los cuide al menos hasta que tengan edad de estar en el colegio.

Mi esposo es muy “ahorrativo”, no me compra nada, ni siquiera un par de zapatos, pues dice que él trabaja para sus hijos, para que nada les falte a ellos. Si en algún momento me sobra algo de la quincena cuando voy a la despensa y compro algo para mí sin avisarle, es pleito seguro.

Como le decía, él tiene 32 años y es ingeniero civil, trabaja para una constructora y además hace trabajos independientes, así es que le va muy bien. A los niños los trae con zapatos, tenis y ropa americana de marca y yo, nada.

Con decirle que mucha de mi ropa, zapatos, maquillaje y hasta mi celular me lo compra mi mamá. Soy ama de casa en toda la extensión de la palabra, nunca salgo sin él. Con mis amigas dejé de hablar porque él no me deja que salga con ellas, prácticamente se acabaron mis amistades desde que me casé.

Siempre me humilla, me dice que soy ignorante y cuando discutimos me insulta. La semana pasada me dio por primera vez un golpe en el brazo y mi hija estaba presente y se asustó mucho.

Quisiera divorciarme, pero él me amenaza al decirme que si quiero, puedo irme a la hora que quiera, pero que los niños se quedan con él, que me los quitará porque en el juzgado mentirá sobre mi persona.

Él ha sido el único hombre en mi vida pues lo conocí desde los 13, nos hicimos novios un año después y a los 17 ya andábamos planeando la boda porque salí embarazada.

Ahora lo único que siento por él es miedo, ya no lo amo. Todo entre nosotros se acabó, 
me trata horrible, me desprecia a cada momento, no se diga en la intimidad.

No es por presunción, pero soy guapa y cuando me arreglo es para él, para que me vea bonita  y cambie su actitud, pero ya me harté de tanta indiferencia.

Mis papás me dicen que lo deje y me vaya con ellos, pero me da mucha tristeza porque no quiero que mis hijos crezcan en un hogar dividido. Necesito mucho apoyo moral para que me de fuerza de tomar la mejor decisión, pues un hecho que a él no le interesa arreglar las cosas, no quiere tomar ningún tipo de terapia que nos ayude a salir adelante. Es más, hasta le propuse ir a alguna iglesia y nada, se niega rotundamente.

Mi suegra y mis cuñados me quieren mucho, porque yo siempre me he portado muy bien con todos y siento pena por ellos, pero ya no puedo más, no soporto más este infierno.

Hace unos días me enfermé de influenza y no fue capaz de llevarme a consulta, tuvo que venir mi mamá y llevarme a la clínica pues se atrevió a decirle que no tenía dinero y que además, yo estaba fingiendo. De antemano, gracias estimada Ana. 

Dora

ESTIMADA DORA:
 

Te recomiendo que de inmediato valores la opción de irte con tu familia, que te asesores legalmente y definitivo, busques ayuda psicológica lo más pronto posible.

Hazte a la idea que sí se puede salir adelante y dejar a la persona que tanto daño te ha hecho, piensa que es por el bien tuyo y de tus hijos, y lejos de pensar en que no quieres que ellos crezcan en un hogar dividido, mejor piensa si realmente quieres que crezcan en un hogar violento.

Si realmente te quieres y quieres a tus hijos, da el siguiente paso lo más pronto posible, no tengas miedo. Aprovecha el apoyo que te brinda tu familia.
 
ANA