ESTIMADA ANA:

Siempre fui una niña gordita y por lo mismo, mis problemas de autoestima era muy frecuentes. Desde los 10 comencé a desarrollarme más rápido que mis amiguitas de la primaria y eso me causaba conflicto, pues eran muy evidentes los cambios en mi cuerpo, comencé a verme demasiado “voluptuosa”.

Cuando entré a la secundaria logré bajar de peso y me salieron estrías en el abdomen, la cadera y el pecho. 

Ahora que tengo 23, esas cicatrices siguen estando presentes y me causan un grave conflicto emocional, pues ni siquiera soy capaz de usar alguna blusa escotada por miedo a que alguien me vea el pecho, me siento como una persona de mayor edad, pues se perdió la firmeza de la adolescencia, tengo mi busto flácido, caído y con estrías.

Esa inseguridad llegó a mi vida amorosa y por consiguiente, sexual. Las veces que he tenido novio prefiero terminar por miedo al siguiente paso, usted me entiende. Jamás he estado con alguien en la intimidad porque me da terror tan solo de pensar que vean mi cuerpo marcado.

Recientemente, la vida cruzó en mi camino a un hombre bueno y aunque me lleva algunos años, nos llevamos increíble, hay entre nosotros una química especial. Todo nació de la nada, surgió de repente y cuando menos lo esperaba. Él despierta en mí un gran deseo, algo que jamás había sentido, pero solo de pensar que él tiene más experiencia que yo y que muy seguramente ellas no tenían mi problema, sufro.

No sé qué hacer. Pienso que mi única opción es dejar ir a ese hombre maravilloso por culpa de la inseguridad que me provoca tener los pechos caídos y llenos de estrías. 
Cada día me convenzo más que nunca podré tener una pareja y formar una relación sólida.

Cuando veo que otras mujeres se quejan de sus pechos pequeños me enoja demasiado porque eso no se compara con lo que yo tengo que vivir a diario, preferiría mil veces estar plana a tenerlos como los tengo ahora. Como ya se pudo dar cuenta, me siento frustrada y esa frustración está destruyendo mi felicidad.

Gracias por leerme y espero me pueda dar algunos consejos para levantar mi ánimo. 

Mariana.
 
ESTIMADA MARIANA:
¿Sabías que lo más maravilloso de la raza humana es reconocer que todos somos diferentes: altos, bajitos, delgados, rubios, morenos, pelirrojos, calvos? La clave está en aceptarnos tal cual somos y querernos sin condiciones.

Todos esos complejos e inseguridades hay que superarlos y detenerlos antes de que el daño sea mayor. No permitas que esas “marcas” de tu cuerpo sean las que estén marcando la pauta en tu vida íntima, no dejes que dominen tus actos y te alejen de una vida plena y feliz al lado de la persona que amas.

Y sí, como sucede en otros casos similares, lo primero que te recomiendo que hagas es que no aceleres el proceso, simplemente que todo se de a tu propio ritmo, que sea gradual hasta que el problema haya desaparecido por completo y regrese la seguridad y la auto confianza en ti misma.

Hay terapias que ayudan en todo el proceso, definitivo creo que debes ver la opción de buscar ayuda profesional. Suerte y ánimo.
 
ANA

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