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Merry Tweetmas!, el misterioso Santa Claus tuitero de Nueva Zelanda
Lo que en 2010 comenzó como un juego entre un par de centenares de tuiteros neozelandeses se ha convertido ya en toda una tradición, a la que han sucumbido desde la Policía a famosos e incluso la primera ministra, Jacinda Ardern. Su nombre: Twitter Secret Santa.
En esta versión del "amigo invisible", cada participante es asignado a otro usuario de la red social de microblogging al que probablemente jamás conozca en la vida real y del que seguramente no sepa nada más allá de su cuenta de Twitter. A partir de ese momento, dispone de dos semanas para averiguar qué puede gustarle y convertirse en su Santa Claus particular.
Algunos participantes bucean entre los miles de tuits de la persona en cuestión en busca de alguna idea de regalo. Otros, en cambio, prefieren no arriesgarse y facilitar la tarea a sus Papás Noel colgando en la red listas de deseos bajo el hashtag #NZSecretSanta.
La idea de este peculiar Santa Claus tuitero la tuvo Sam Elton-Walters, hasta entonces conocido por cultivar calabazas gigantes. Según contó en 2010 a la bloguera Greer Berry, "comenzó como una idea que se materializó en diez minutos".
So you may have noticed I don't tweet especially often (I just lurk) but as a ridiculous lover of Christmas, I couldn't miss the chance to join the @nzsecretsanta movement. Registration ends tomorrow so feel free to join in my over the top Christmas cheer
— Jacinda Ardern (@jacindaardern) 21 de noviembre de 2017
Berry, que nunca fue muy navideña, participó en aquella primera edición y desde entonces no se ha perdido ninguna. "Era el tipo de persona que se ofrece a trabajar en Navidad, pero el 'Twitter Secret Santa' hizo que incluso mi frío corazón se derritiera", cuenta.
A medida que el juego fue ganando popularidad, Elton-Walters tuvo que pedir ayuda a los "duendes del servicio de correos neozelandés". La portavoz del New Zealand Post, Amanda Broatch, cuenta que ellos tenían "la logística, la tecnología y la red de correos, así que parecía el tándem perfecto".
Ahora, el servicio público de correos recibe miles de paquetes del "Secret Santa" y los distribuye por todo el país. Además, se aseguran de que los participantes a quienes su Papá Noel particular no ha enviado ningún regalo -en torno a un nueve por ciento de los que se registran- reciben un obsequio de algún patrocinador. Además, los regalos enviados a personas que no mandan obsequios son derivados a alguna institución benéfica.
Soooo, this is one corner of the Storehouse. We're running out of room due to your amazing generosity. ? ^Libby#NZSecretSanta pic.twitter.com/sN3i9pQQkv
— NZ Secret Santa (@nzsecretsanta) 8 de diciembre de 2017
Para Berry, que lleva años recibiendo pensados obsequios, lo mejor del juego sigue siendo ver cómo los demás abren sus regalos. "Una vez el servicio de correos anuncia por Twitter que los duendes están de camino, se palpan los nervios", apunta. "Me pasaría el día actualizando el hashtag #NZSecretSanta para ver todos esos increíbles tuits con fotos y descripciones de lo que recibe la gente”.
Según esta bloguera, pasamos tanto tiempo online que resulta "increíble recibir algo por correo postal". Y lo mismo opina Andre Frame, de la ciudad portuaria de Napier, que participa desde 2013. "Justo salía a enviar mi primer regalo como 'Secret Santa' cuando mi mujer se puso de parto. Nuestra hija nació tres horas después: dos rápidas entregas y una alegría enorme todo en el mismo día”.
Al año siguiente, Frame había tenido que hacer frente al reto de la paternidad a la vez que lloraba la pérdida de su propio padre. "Fuera quien fuera, buceó a lo largo de mis 80 posts de entonces (pobre, pobre 'Secret Santa') y encontró el que escribí sobre la muerte de mi padre", relata.
Aquel misterioso Papá Noel leyó hasta el último párrafo de la carta en la que Frame lamentaba que su progenitor nunca llegara a regalar un par de alas a su recién nacida nieta, su "angelito". Cuando abrió el paquete, se le llenaron los ojos de lágrimas: era un marco de madera pulida con dos angelicales alas.
Desde entonces, Frame se esfuerza aún más para intentar que sus regalos de Navidad resulten especiales. "Me hace seguir creyendo en Santa, ¡incluso a los 40! Es una tradición preciosa para un momento mágico del año y subraya realmente el aspecto social de las redes sociales”.