Apuesta a las artes

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Apuesta a las artes

En el día anterior a la entrada a clases, domingo 7 de este enero, a las 3:30 de la tarde, la Ciudad Deportiva se ve abarrotada. Los resbaladeros, el área de juegos, el Lago, el trenecito. Es el último día de vacaciones y una de las opciones de entretenimiento de Saltillo está a detonar con los gritos de emoción de los chicos.

Se diría que ya están hartos, aburridos, de tanto celular, videojuegos, computadoras y demás artilugios tecnológicos de punta hasta ayer, porque ya mañana serán obsoletos. Ahora, a disfrutar de lleno del ambiente que ofrece el parque, del cual se acaban de enterar de la muerte de algunos peces por el frío, a causa de las bajas temperaturas de los últimos días, según explican.

La tarde se ha puesto gris, pareciera que amenazaran de nuevo temperaturas congelantes. Pero ello, por lo pronto, no impide el griterío de emoción y entusiasmo. Fuera chaquetas y fuera gorros encasquetados por preocupadas mamás.
¿Qué es lo que depara a estas generaciones de chicos que van de los dos, tres años, hasta los quince o dieciséis? Han nacido ya con la tecnología sobre sus cabezas y a ella se acostumbraron rápidamente, como los miembros de mi generación a la televisión, y los de la anterior a la radio y al cine.

La televisión causaba asombro, pero de inmediato el asombro fue superado para sentirse parte de la magia que generaba. De igual manera ocurre ahora para quienes nacieron con la tecnología que los coloca en el otro extremo del mundo en un segundo y con la cual, además, cosa que no tenía la televisión, hay la posibilidad de interactuar. Basta colocarse frente a la pantalla y establecer comunicación en vivo y en directo con quienes se encuentran distantes en horarios y geografía.

Los niños y jóvenes de ahora son el reto para los maestros actuales. La elección de estos últimos es utilizar las herramientas de Internet a la par que la clase presencial. Es a través de este medio que estos niños y jóvenes tienen acceso medianamente próximo a los asuntos que están viendo o que verán en un futuro cercano. Hay quienes piensan que eso constituye un enorme obstáculo para la enseñanza. Niños y jóvenes que han desesperado a sus maestros pues las selfies y los chats ganan más adeptos que la apropiación del conocimiento.

¿Qué hará la diferencia? Sí se trata por supuesto de maestros constantemente actualizándose, muchos de ellos no necesariamente mediante el método tradicional académico, pues ahora se ha vuelto muchísimo más fácil también para ellos cobijarse en el autodidactismo cibernético.

Andrew Lloyd Webber, exitoso autor de grandes comedias musicales, durante un programa de televisión dedicado a él donde aparecieron las ahora figuras del espectáculo que lanzó al estrellato, se refirió a una joven en especial. Una muchacha que, dijo Lloyd Webber, provenía de una escuela que estaba decayendo, pero que hizo algo especial y significativo para levantarse. 

“A la entrada de los cursos, cada alumno recibía un violín. El aprendizaje de violín era obligatorio para quien quisiera continuar en la escuela. Fue así como esta escuela se levantó y tiene ahora un gran prestigio”.

Apostar por las artes en un mundo en el cual la tecnología pareciera estar ganando terreno. Apostar también, agregaríamos nosotros, por los contenidos humanísticos, perdidos en el maremágnum de los orientados a lo técnico y lo práctico.

Estos niños que ahora hacen ruido en la Ciudad Deportiva, se divierten en los resbaladeros, se suben a la tirolesa o viajan por el trenecito alrededor del lago, ayer lunes ocuparon sus lugares en el aula. Inician el año esperando continuar con los contenidos que dejaron en diciembre pasado y ¿qué más?

¿Qué podemos hacer por ellos, y por el resto de los niños y jóvenes estudiantes en nuestro País? ¿Qué, que pueda ser de verdad de beneficio para sus espíritus y para su cultura? La apuesta en el sentido de las artes y de los temas humanísticos podría ser la solución para llamar la atención de estas nuevas generaciones que han sido y seguirán siendo hipnotizadas por los encantos de la tecnología.