Pleitos y polémica caracterizan el Gobierno de Donald Trump

Usted está aquí

Pleitos y polémica caracterizan el Gobierno de Donald Trump

Legado. La gestión del Mandatario ha dividido a la sociedad estadounidense y ha dejado un vacío en el liderazgo mundial. Foto: Archivo
El magnate neoyorquino protagonizó la política internacional con insultos, mentiras y xenofobia

WASHINGTON.- Hoy se cumple un año de gobierno de Donald Trump como mandatario de Estados Unidos, cuya gestión se ha caracterizado por pleitos y polémicas a nivel internacional.
La victoria del magnate republicano, que periodistas y especialistas políticos califican de colérico, egocéntrico, poco apto para gobernar y machista, no fue parte de un reality show.

Desde la Casa Blanca, o de alguna de sus propiedades, el Mandatario ha atacado a la prensa, a su excontrincante electoral Hillary Clinton, a las políticas de su antecesor Barack Obama, a los migrantes, a los países africanos y latinoamericanos, hasta a Corea del Norte.

Trump ha gobernado a “golpe de tuits”, con insultos y sin diplomacia, conforme a varios analistas.

Incluso desde su campaña, el entonces aspirante republicano calificó a México como un país de “drogas, crimen y violadores”, por lo que propuso levantar un muro fronterizo y endurecer la política antiinmigrantes.

LA PEOR APROBACIÓN

Tan sólo un 39 por ciento de los estadounidenses aprueba el trabajo desempañado por Trump como mandatario, el nivel más bajo registrado por un “presidente moderno” en la historia, según la encuesta, elaborada por la NBC junto al diario The Wall Street Journal.

Mientras, el 57 por ciento de la población desaprueba la labor de Trump y un 51 por ciento rechaza “fuertemente” su desempeño desde que alcanzó la Presidencia.

El sondeo se basó en entrevistas a 900 adultos realizadas entre el 13 y el 17 de enero y presenta un margen de error de 3.3 puntos porcentuales.

ADIÓS AL ‘SUEÑO AMERICANO’

El muro. El veto migratorio. Los “países de mierda”. La deportación de “dreamers”. La expulsión de salvadoreños, nicaragüenses y haitianos. El rechazo a los refugiados. La reducción a la mitad de las green cards… Donald Trump construye su presidencia con un continuo ataque a la inmigración.

A diferencia de su admirado Ronald Reagan, Trump dio la espalda a la noción de Estados Unidos como tierra de migrantes y puso en marcha una singular clausura del sueño americano. El proyecto de nación llegó a su fin y es hora de cerrar las fronteras. 

América ya no está en construcción, sino que ha cristalizado en una forma que hay que defender. Es la doctrina de “América Primero”. De una América que él, blanco, multimillonario y enamorado de su propia genética, considera la mejor del mundo.

CONFLICTO NUECLEAR

Las capacidades diplomáticas del presidente Trump podrían resumirse en este tuit:
“Kim Jong-un dijo que el botón nuclear está en su escritorio todo el tiempo. ¿Podría alguien de su hambriento y mermado régimen decirle que yo también tengo un botón, pero que el mío es mucho más grande y más poderoso que el suyo, y que funciona?”.

En septiembre pasado, durante su estreno ante la Asamblea General de la ONU, Trump amenazó a Norcorea con la “destrucción total” si ponía en riesgo la seguridad estadunidense y remató llamando “hombre cohete” a Kim Jong-un, tras lo cual hubo respuestas y amenazas.

Desde entonces, como si fuera un pleito de estudiantes, o por lo menos a los ojos de los expertos, ambos chocan sin pensar que son los hombres que tienen en sus manos el mayor pulso nuclear del mundo. 

LA TRAMA RUSA

Las investigaciones para determinar si el equipo electoral de Trump se coordinó con Rusia en la campaña de intoxicación contra Hillary Clinton se volvieron un escándalo perpetuo. Trump quiso liquidar el caso forzando, a través de Departamento de Justicia, la salida del director del FBI, James Comey. La maniobra devino un desastre mayor.

En un juego de contrapoderes típicamente estadounidense, su propia Administración acabó nombrando un fiscal especial, Robert Mueller, para hacerse cargo del caso y despejar cualquier sombra de sospecha. Desde entonces, el cerco no ha dejado de estrecharse.

Ya hay cuatro imputados, entre ellos el exconsejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, y el antiguo asesor de campaña Paul Manafort. Y nadie duda de que pronto habrá más. Con información de Excélsior, EFE, El País, The Washington Post

MÁS DE 2 MIL MENTIRAS EN 365 DÍAS

Donald Trump ha normalizado las falsedades y la desinformación y lo ha hecho, en gran parte, apoyándose en el ataque a los medios de comunicación a los que acusa de publicar “noticias falsas” (“fake news”).

Según el contador que mantiene The Washington Post, Trump ha superado las 2 mil declaraciones falsas o engañosas, a una media de más de 5.6 al día, que van desde lo más banal hasta lo más serio.