El fabricante de vehículos norteamericano General Motors registró en el cuarto trimestre de 2017 unas pérdidas de 5,151 millones de dólares, frente a los 1,835 millones de dólares que ganó en el mismo periodo del año previo. En los últimos tres meses del año pasado, General Motors facturó 37,715 millones de dólares, un 5.46% menos que en el mismo periodo de 2016.

General Motors (GM) registró unas pérdidas netas atribuidas de 3,864 millones de dólares en 2017, frente a los 9,427 millones de dólares de beneficio que obtuvo en el ejercicio precedente, según datos publicados por la compañía.

El consorcio automovilístico estadounidense achacó estos resultados a la nueva reforma fiscal impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que tuvo un impacto de 7,300 millones de dólares en las cuentas de la compañía. Además, señaló que la venta de Opel/Vauxhall al Grupo PSA supuso para General Motors un impacto negativo de 6,200 millones de dólares.

La presidenta y consejera delegada de la entidad, Mary Barra, explicó que 2017 fue para General Motors un año de "transformación" y que en el ejercicio en curso la compañía estadounidense continuará remodelándose para situarse entre los primeros fabricantes de automóviles y conseguir así el éxito a largo plazo.

Las ventas del ejercicio se situaron en 145,588 millones de dólares, lo que supone una caída del 2.4% en comparación a los datos que registró en 2016, mientras que el beneficio operativo aumentó un 0.54%, hasta 10,016 millones de dólares.

En términos geofráficos, la región de Norteamérica obtuvo unas ganancias de 11,889 millones de dólares, lo que se traduce en un 4.02% menos que en el curso anterior. Por su parte, General Motors International ganó 1,300 millones de dólares, un 69.4% más. General Motors vendió 8.9 millones de vehículos en todo el mundo el año pasado, lo que supone un incremento del 0.8% en comparación a 2016.