Muere la escritora Liliana Bodoc, creadora de mundos fantásticos

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Muere la escritora Liliana Bodoc, creadora de mundos fantásticos

La memorable escritora argentina dejó infinitas enseñanzas a través de sus letras./Foto:Archivo
La argentina autora de 'La Saga de los Confines' fallece a los 59 años de un infarto

BUENOS AIRES.- Liliana Bodoc, referente de la épica fantástica argentina con “La Saga de los Confines” y “Tiempo de Dragones”, murió la madrugada del martes a los 59 años. Bodoc se encontraba en Mendoza, falleció de un infarto horas después de aterrizar de Cuba, donde había participado en la Feria del Libro de La Habana, confirmó el secretario de Cultura mendocino, Diego Gareca.

Nacida en la ciudad de Santa Fe en 1958, pero residente desde niña en Mendoza, Bodoc recordaba hace poco que empezó a leer por tener dificultades para respirar que le impedían pasar las tardes en la calle como los demás niños. "Mi mamá se quedaba tranquila pensando que porque yo leía hacía reposo: estaba muy equivocada, porque cuando los niños leen no hacen reposo", dijo. La escritora trasladó a los adolescentes a mundos imaginarios, habitados por guerreros y seres mágicos.

En una charla que concedió ante jóvenes relató una anécdota que marcó su vida: "Siete años tenía yo cuando murió mi madre y a partir de ahí tomé la costumbre de mentir. Mentía mucho, mentía desfachatadamente; pero no para conseguir una cosa personal o para quedarme con un vuelto; con lo cual más que mentir fabulaba".

"Un día llegué a la escuela diciendo que había estado ciega todo el día. Ciega había tomado el colectivo y ciega había llegado al colegio. Las compañeritas, infiero, se lo contaron a la señorita y tanto mis compañeritas como la maestra empezaron a cantarme 'mentirosa, mentirosa, mentirosa', cuando ingresé al curso. Después de eso, mi primer recuerdo es una lágrima de esas que hacen una cortina sobre el ojo y cuando uno pestañea se cae... y chiquita como era no le pude explicar a la señorita que no estaba mintiendo del todo, sino que, en realidad, sí andaba en penumbras y sí andaba buscando un lugar del qué agarrarme", recordó Bodoc.

Consideraba a J. R. R. Tolkien su gran maestro y aseguraba que sin haber leído “El Señor de los Anillos” nunca podría haber escrito su saga. "El modelo tolkieniano es eurocéntrico, patriarcal, ario y eclesiástico. Esos lugares me alejaron y capitalicé también esa distancia para escribir una saga con otra visión del mundo", declaró a La Nación en una entrevista. Para crear su universo leyó durante meses libros sobre las culturas mapuche, azteca y maya.

"Puso al fantasy a mirar desde el sur. Ella creó una cosmovisión donde valoró las culturas y saberes de Sudamérica", como describe Laura Leibiker, directora editorial de literatura infantil y juvenil de Norma, la editorial que apostó por Bodoc cuando era una desconocida. Leibiker destaca la calidad de su escritura pero también la "gran inteligencia y sensibilidad" de una "mujer extraordinaria" y muy generosa con su tiempo, que siempre compartió con lectores, alumnos de sus talleres, colegas y editores.

Bodoc consideraba que realidad y fantasía eran las dos piernas de un cuerpo "y no podían andar una sin la otra". Publicó una obra fantástica para adultos, “Memorias Impuras”, pero se despidió con “Elisa, La Rosa Inesperada”, un libro realista publicado en 2017. El relato, nacido de un viaje por el norte de Argentina, se adentra en la oscuridad de la trata de personas y la violencia sexual.

Premiada con el Konex por su obra de literatura juvenil, en 2015 volvió a conquistar a los adolescentes con “Tiempo de Dragones”, una novela sobre la hermandad entre humanos y dragones. El año pasado escribió el guión de la adaptación cinematográfica, que será dirigida por el argentino Pablo Helman. Bodoc no llegó a ver sus seres fantásticos en la gran pantalla. Escritores y lectores lamentaron hoy su muerte repentina.

"Esto se trata de la palabra, esta cosa que nos constituye y que nos hace humanos y que nos acompaña siempre. Se festeja la primera palabra del bebé, se crece con la palabra y se piensa a menudo en las últimas palabras que vamos a decir... 'sus últimas palabras fueron'"
Liliana Bodoc