Como medida de presión, el grupo de unos 50 manifestantes partió de las instalaciones de la Unidad Deportiva Torreón para caminar sobre las calles de la colonia Campestre La Rosita, hasta llegar a la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas, donde a través de consignas pidieron que se investigue de forma efectiva el caso.

Con lágrimas en los ojos, su hermana Karla, pidió la solidaridad de la ciudadanía a fin de que proporcione cualquier información a través de la página de Facebook "Buscando a Liliana y Valeria".

Denuncia que la investigación está estancada, ya que no les han entregado los datos de las llamadas que se hicieron al celular de Liliana, el cual estuvo encendido hasta el domingo 8 de octubre por la noche, por lo que esta marcha es para exigir esa información, así como la no desaparición de más personas.

Expertos como Jacobo Dayan, investigador del Colegio de México que estudia las masacres del Penal de Piedras Negras y Allende, consideran que la sociedad debe participar en este tipo de caminatas para exigir a las autoridades, no sólo que cumplan su trabajo, sino también que no vuelva a registrarse una desaparición más.