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Reglas de etiqueta
Usted ya se salió del ambiente de la casa paterna y creyó que lo sabía todo, ¿verdad? Bueno, pues resulta que otros creyeron lo mismo y les fue bastante mal.
Para que no le vaya como en la feria, aquí encontrará lo que sus ancestros no tuvieron tiempo de enseñarle. Por ejemplo...
Valorar el coqueteo
No hace mucho al coqueteo se le consideraba como un arte muerto. Lo que pasa es que hubo un tiempo en que las mujeres se volvieron muy sensibles, y lo calificaron como una especie de ‘acoso sexual’.
Mientras que los varones lo anularon por considerarlo un anacronismo obsoleto…
Sea como fuere el coqueteo no tiene nada de malo, por lo tanto necesita ser resucitado. En estos días tenemos que diversificar las opciones que nos puedan acercar a una dama, o a un caballero, entonces ¿por qué no retomar esa anticuada y fascinante forma de conducta?
Para sacarle el mayor provecho posible al coqueteo, y para evitar malos entendidos, hay que comenzar por recordar qué es y qué no es. Por ejemplo, el coqueteo no es una invitación a tener sexo.
El coqueteo puede ser, y por lo general lo es, un fin en sí mismo. Considérelo una práctica entretenida, una forma de hacerle sentir que es usted un individuo o una joven vibrante y atractiva.
Mientras las mujeres se vanaglorian de ser las expertas en esto, los hombres suelen manejar unos cuantos trucos. Aquí tiene los más efectivos.
Déle una mirada furtiva a esa chica que se ve tan interesante. La idea es captar la atención de sus ojos, como si su belleza lo hubiese deslumbrado. Vuelva a mirarla... porque usted no puede evitarlo.
Su frase de autopresentación tiene que ser sencilla y directa (¡Hola! Soy Fulano de Tal). Manténgase en lo simple: si pretende ser demasiado brillante, parecerá que ha ensayado por semanas.
Si se encuentra en una fiesta no trate de acaparar a la chica solamente para usted. Si hay mucha gente a su alrededor, invítela a probar los canapés.
Si ella acepta, y se mantiene cálida e interesada, puede quedarse a su lado todo el tiempo que guste.
Por el contrario, si usted comienza a sentir un aire gélido, salude con su sombrero imaginario (suponemos que no está usando uno real, ¿o sí?) y tome otro rumbo. Deje que sea ella la que lamente que usted haya desaparecido. Aparézcase de nuevo, a ella le dará mucho gusto volver a encontrarlo.
Cómo decir lo siento
“Perdón” parece ser la palabra más incómoda de pronunciar. Primero que nada porque es difícil creer que uno hizo algo incorrecto, y segundo, porque no es fácil encontrar la forma apropiada de transmitir el arrepentimiento. Pero si quiere vivir de manera aceptable en una sociedad educada, debe aprender la forma básica de la disculpa.
Si encontrar las palabras adecuadas le resulta difícil, manténgase en lo tradicional: “Siento mucho lo que pasó el sábado, espero que aceptes mis disculpas”.
Reponga el daño. Si de veras se pasó de la raya y rompió el adorno de mesa que su amiga conservaba de su bisabuela, gástese una lana en otro adorno y preséntese con el objeto en la casa de ella lo más pronto que pueda. Déselo y retírese de inmediato. No acepte la invitación a pasar. Permita que transcurra un poco de tiempo. Puede llamarla en un par de días, si ella no lo hace.
Cómo comportarse en una cena
Está usted en un escenario inofensivo, digamos un agradable restaurante con manteles bien aseados. ¿Quién podría decir que ahí terminaría un romance o una prometedora entrevista con un empleador, para ese trabajo que tanto le interesa.
En el mismo tiempo que le lleva pestañear, puede usted arruinar una relación o dejar sin habla a un gerente que busca un nuevo brazo derecho. De ahí que manejar los finos puntos de la etiqueta a la hora de la cena tiene sus recompensas. Por ejemplo…
Al verse ante un variado arsenal de utensilios (también conocidos como cubiertos), comience utilizándolos de afuera hacia adentro. Si de repente se siente inseguro, tome pequeños sorbos de agua hasta que vea lo que usan las otras personas que están en la mesa.
Al tomar el caldo de entrada, no dé la impresión de meter la cara dentro del plato. Pero cuando quede un poco del líquido se vale inclinar un poco el recipiente para cucharear el resto.
Una renombrada autoridad en cuestiones de etiqueta dice que es perfectamente aceptable inclinar el plato del caldo, pero no exagere, pocos caldos son tan deliciosos como para hacer eso. Y además es muy probable que la mayoría de la gente que lo vea no sepa que se trata de una ultramodernísima forma de etiqueta.
El cuchillo para mantequilla debe utilizase sólo para untar mantequilla. El pan debe partirse con los dedos y no con el cuchillo.
Agarre el tenedor y el cuchillo en la mano que usted prefiera, en la derecha o en la izquierda; pero le recomendamos el estilo continental, en el cual el tenedor cambia de la mano izquierda a la mano
derecha después de cortar cada trozo de carne.
Si necesita levantarse de la mesa a mitad de la comida, deposite su servilleta, doblada, en la mesa, o déjela a un lado de su plato.
Si decide hacer un pequeño ‘alto’ mientras come (ya sea para ir al baño o porque simplemente necesita respirar) deje su cuchillo y tenedor en el plato, separados pero con las puntas formando un ángulo en el centro del recipiente. Los dientes del tenedor deben estar hacia abajo. Esto le dirá a un mesero educado que usted no ha terminado todavía.
Cuando haya terminado, deposite su cuchillo a lo largo del borde superior derecho del plato, con el lado que corta hacia el interior. Ponga el tenedor a un lado del cuchillo en la parte interna del plato, con los dientes hacia arriba.
Cómo ser el invitado perfecto
Algunas veces (aunque con mucho menor frecuencia de la que uno esperaría), usted será invitado a pasar un fin de semana en la casa de algún amigo. Esto es lo que hay que recordar:
Lleve un regalo para su anfitrión o anfitriona. Lo ideal es algo que ellos puedan usar y disfrutar en ese fin de semana, como una botella de vino, una canasta de frutas o un juego de mesa.
Trate de llevar todo lo que pueda necesitar. Si tiene espacio suficiente, empaque unas cuantas toallas para que ellos no tengan que proporcionárselas (y lavarlas después). No planee lavar su ropa en la casa de ellos.
Trate de adaptarse tanto como le sea posible al ritmo y al horario de sus anfitriones. Pregunte a qué hora desayunan.
Lleve un despertador y levántese a tiempo. Si necesita algo pídalo.
Ya que esté de regreso en su casa, envíeles a sus amigos una nota de agradecimiento.
Respete los umbrales
“Siempre deberíamos recordar que las recomendaciones de los expertos para el consumo de alcohol, deben ser manejadas como un límite y no como un objetivo”, dicen los investigadores del fenómeno.
Tras analizar los historiales médicos de 600 mil personas que consumieron alcohol en 20 países, un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge llegó a la siguiente conclusión: beber un trago diario puede acortar la vida a partir de los 40 años de edad.
En la investigación, publicada en la revista médica The Lancet, se encontró que ingerir entre cinco y 10 bebidas alcohólicas a la semana, podría acortar en seis a 10 meses la vida de quien las consume.
Y esa reducción aumenta a medida que crece el consumo de alcohol: por ejemplo quienes ingieren 18 bebidas o más a la semana pueden llegar a perder hasta cinco años de vida.
El estudio descubrió que el límite máximo para beber con seguridad, antes de que se desencadene un mayor riesgo de muerte, es de alrededor 12.5 unidades de alcohol a la semana, el equivalente a unas cinco latas de cerveza o cinco copas (175 mililitros) de vino de mesa
“El mensaje clave de esta investigación es que si usted toma, beber menos podría ayudarle a vivir más y a reducir el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares”, señaló la doctora Angela Wood, una de las participantes en el estudio.
Los límites
Los investigadores aseguran que este estudio desafía la idea de que beber con moderación es bueno para la salud.
Estudios previos han indicado que beber vino de mesa podía ser saludable, pero algunos científicos creen que esos beneficios pueden haber sido sobrevalorados.
“Nuestro estudio deja claro que, en general, no hay beneficios para la salud al tomar alcohol”, señaló Tim Chico, investigador de la Universidad de Cambridge.
Desde 2016, las autoridades sanitarias británicas recomiendan que tanto hombres como mujeres no beban más de 14 unidades de alcohol a la semana, lo que equivale a alrededor de seis bebidas a la semana.
“Siempre deberíamos recordar que las recomendaciones para el consumo de alcohol deberían servir como un límite y no como un objetivo.
“En otras palabras, siempre debe beberse por debajo de los umbrales recomendados por los expertos”, enfatizaron los investigadores de Cambridge que hicieron el estudio.
Cuchillo para
mantequilla
Debe utilizase sólo para untar la mantequilla. El pan debe partirse con los dedos y no con el cuchillo.
Al verse ante un variado arsenal de utensilios (también conocidos como cubiertos), comience utilizándolos de afuera hacia adentro o espere a ver lo que hacen las demás personas.