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Los héroes sin capa del Golf
No sólo es el ser cargador de bolsas que les permite tener un ingreso para sus necesidades, el caddie es un acompañante del jugador que lo va asesorando, también es un trabajo delicado y necesario para muchos golfistas.
“El caddie es una persona conocedora de las tácticas de este elegante y sofisticado deporte, tiene consciencia con respecto a las limitaciones del terreno y las posibilidades del mismo, así como llevar la bolsa del jugador, dar consejos, apoyarle y darle ánimos. Esas son algunas de las cualidades y habilidades que todo caddie debe tener”, expresó el profesional del Campestre Saltillo, Arturo Jaime García Moreno.
En el Campestre Saltillo, club que está por celebrar su 65 Torneo Anual de Golf, acuden por lo general 70 caddies, unos jóvenes, otros adultos, de los cuales 30 son fijos o de confianza, dispuestos a cumplir con su trabajo en espera de una buena gratificación por sus servicios prestados.
Previo al máximo acontecimiento deportivo del exclusivo club, se presentará a varios de estos “jugadores silenciosos”, “sombras del golfista” y hasta en ocasiones “su mano derecha”. Todos ellos con historias muy particulares.
Con 32 años de caddie, Julio Alberto Ponce Cruz destaca que previo a los anuales se alistan para dar su mejor servicio, “echarle ganas como en todos los torneos, pero en el Anual, dar un buen servicio y después volver a las sombras, no hay reconocimientos para los caddies, no hay ayuda, incentivos, seguros... nada. Aquí caemos por eventuales, nada más”.
Sobre su relación con el jugador, debe haber respeto para la persona a la cual se da servicio, “porque son gente de la sociedad de Saltillo”, dijo quien aparte se ha ganado la confianza de algunos socios al trabajar para ellos como mesero y jardinero en sus casas. Los 32 años que tiene en el Campestre, lo avalan.
Jaime Martínez Garza recuerda que empezó a “cadear” desde la inauguración del club, cuando tenía 15 años, después se fue a trabajar en la hotelería, donde estuvo 40 años, y regresó al Campestre como eventual, por uno o dos días, desde hace 10 años.
“Me gusta ‘cadear’, nadie me manda, sólo el patrón. Sinceramente el ser caddie me ha dejado muchas satisfacciones, ahí la gente te respeta y lo más importante, respetar al socio, darles su lugar a ellos”, indicó quien durante su recorrido con el jugador carga el equipo, lleva scores, da las pelotas y está listo cuando pidan asesoría.
De los caddies senior ya retirados, pero que aún siguen buscando oportunidades, Jesús García Lucio manifestó que ya llegó a una edad en la que pocos requieren de sus servicios al ser ignorados a través del tiempo, aunque reconoce: “muchos socios nos han dado muy buen apoyo, estoy muy contento con el club, tiene instalaciones en óptimas condiciones, no podemos quejarnos”.
Para el caddie, quien llegara a los 12 años de edad al club, destaca que el recorrer el campo les da mucha energía, “vengo un poco a ‘cadear’, pero tenemos patrones que nos llevan a otros torneos para acompañarlos”, dijo García Lucio, quien acepta que, como caddies, están listos a reparar el campo al paso de cada Green y no afectar a los que vienen atrás.
Un cúmulo de enseñanzas y el adquirir valores es lo que para Arturo Zuazua le ha dejado ser caddie durante los últimos 18 años, tiempo en el cual, para él, este trabajo es bastante redituable, sobre todo al tener la oportunidad de ir a “cadear” al PGA Latinoamericano y torneos internacionales, lo cual agradece al Campestre.
El caddie, de pocas palabras, pero con gran experiencia en el terreno, dijo que aparte de asesorar al jugador, cuando les piden opiniones, como la gran satisfacción de viajar, conocer otros campos, es sólo parte de esta satisfacción que le ha dejado esta profesión.
José Gaytán Aguirre, otro personaje con 30 años de experiencia, destaca que le gusta su trabajo y lo desempeña con agrado, sobre todo ha aprendido a jugar un buen golf y conocer mucha gente importante.
“A mí me gusta, a muchos no, enseño a gente a jugar. El caddie es muy importante para el golfista al conocer más las distancias, caídas... decirles lo que se puede hacer, cómo tirar, las reglas. Todo para que el bastonero se supere y no quedarse estancado, es un deporte complicado que necesita mucha práctica y dedicación”, comentó.
Treintaicinco años tiene Leobardo Martínez Galindo de ser caddie, tiempo que le ha dejado muchas y muy buenas experiencias en este deporte tan bonito, natural y de mucha convivencia.
Al prestar servicios como caddie, destaca que él ofrece sus conocimientos al golfista de cómo golpear, las distancias, caídas y conocer el temple del jugador, “aquí somos físicos, matemáticos y psicólogos... es una profesión muy bonita”.
Por su parte, otro caddie que lleva 38 años de presentar servicios en el Campestre es José Abraham Gómez Vidal, quien sostuvo que su labor en el campo es arreglar los divots, trampas y lo necesario para ayudar al jugador cuando solicita apoyo, “Le damos tips o algo por el estilo, somos como un psicólogo”, dijo quien presta sus servicios para varios “patrones” y es un conocedor al máximo del campo.