Francia puede ser catalogado como el último equipo africano con vida en el Mundial, y es que la escuadra gala se ha recargado en su talento con raíces de ese continente para sobrevivir en este torneo.

Ejemplo de ello es Kylian Mbappé, el delantero de 19 años de ascendencia camerunesa y argelina. El joven que fue pieza clave para echar Argentina, proviene de Bondy, un ghetto en París, donde jóvenes negros y marrones patean balones de fútbol en calles de cemento sobrepobladas entre edificios de viviendas atestados.

“La victoria de Les Bleus, liderada por la brillantez del joven Mbappe, trajo recuerdos de otro francés argelino y producto de un gueto francés que llevaba el codiciado 10, Zinedine Zidane, el talismán del equipo de 1998 que ganó la única Copa Mundial de Francia título”, recuerda el académico Khaled A. Beydoun en un artículo publicado en The Undefeated.

La actual plantilla francesa tiene 12 de sus 23 futbolistas con raíces africanas.

Samuel Umtiti y Adil Rami son dos de las rocas de la defensa sólida de Francia, provenientes de Camerún y Marruecos, respectivamente. Los senegaleses Benjamín Mendy y Djibril Sidibe, y Presnel Kimpembe, de la República Democrática del Congo, se unen a Umtiti y Rami defendiendo frente a Hugo Lloris, respaldado por el portero franco-congoleño Steve Mandanda.

En el centro de todo, en el terreno de juego y fuera de él, está el dínamo del mediocampo Dan Paul Pogba, cuyos padres provienen de Guinea. Pogba está flanqueado por el equipo del equipo nacional Blaise Matuidi, que es originario de origen angoleño y congoleño. N'Golo Kante, que completa el mediocampo africano de Francia, es de origen maliense.

África también está muy bien representada en el ataque de Francia, con el eléctrico Ousmane Dembélé teniendo raíces en Senegal, Malí y Mauritania, y la máquina de anotación de Lyon, Nabil Fekir, oriunda de la rica diáspora argelina de Francia. Karim Benzema, el Real Madrid que juega junto a Cristiano Ronaldo y es considerado como uno de los mejores delanteros del mundo, también es de origen argelino y afirma que fue dejado fuera del equipo por el entrenador de Francia, Didier Deschamps, "cediendo ante los racistas".

Esta Copa del Mundo marcó la primera vez desde 1982 que ningún equipo africano avanzó a las etapas eliminatorias del torneo. Nigeria fue eliminada en los minutos finales de juego grupal por una Argentina desesperada y asediada; la lesión y la controversia circundante en torno a Mohamed Salah torpedearon la esperanza para Egipto antes de la segunda patada de salida contra la anfitriona Rusia; Marruecos obtuvo una mano fatal al ser colocado en juego grupal con España y Portugal; Túnez jugó admirablemente pero no pudo igualar el talento con Bélgica e Inglaterra; y Senegal, el lado más impresionante del continente en Rusia, fue eliminado en la cuentade "juego limpio".

Cinco equipos en y, después de tres juegos cada uno en juego grupal, cinco equipos eliminados. Dejando a los fanáticos africanos en el continente y en la diáspora global sin un equipo local para animar durante las etapas eliminatorias.

Así, Francia se vuelve el último “representante” del continente negro con vida en este torneo dominado por el continente europeo.